Tras el pseudónimo de Yasmina Khadra está el excoronel argelino Mohamed Moussehoul, el autor en lengua francesa más traducido, para quien el auge de la extrema derecha no se debe a la incertidumbre sino a la «autoflagelación": «Es como si la sociedad quisiera castigarse».
La de Yasmina Khadra es una de las voces expertas en la cultura mediterránea y Albert Camus que se reúnen estos días en Sant Lluís en unas jornadas organizadas en el 60 aniversario del Premio Nobel de Literatura que recibió el novelista, ensayista, dramaturgo y filósofo nacido en la Argelia aún dominada por Francia.
«La palabra de Camus es especialmente importante hoy, pero no es suficiente», considera este autor que también fue candidato a la presidencia de Argelia y que es pesimista en cuanto a que la sociedad sepa escuchar «las voces de la prudencia y la sabiduría».
El discurso ha cambiado, indica Yasmina Khadra: «antes escuchábamos a los poetas y a los pensadores y ahora lo que escuchamos son los discursos de la discordia», alrededor de los cuales hay un gran entusiasmo.
Así, «los racistas se escondían antes y hoy se pavonean con mucho ánimo», una situación que atribuye a que los países europeos no están satisfechos de su proyecto de sociedad «y no saben adónde van».
Pero votar a la extrema derecha no es el resultado de esta incertidumbre, cree Khadra, «es autoflagelación».
«La gente está cansada de promesas políticas y es como si quiera castigarse a sí misma. Ver a la gente entusiasmarse por un actor de feria como Donald Trump significa que la sociedad está mal y para corregir ese mal, se hace daño».
Aunque el «caos» que vive el Mediterráneo viene de la suma de varios factores como la crisis económica o la de los refugiados, el autor argelino explica que cuando no se encuentra una solución, se busca un culpable «y siempre es el más débil, el extranjero».
Niega que él se haya sentido extranjero en Francia, país en el que ha residido muchos años, pero reconoce que él no es una persona anónima pues tiene cinco millones de lectores en ese país.
Frente a las elecciones del próximo 4 de mayo en su país de nacimiento, que cree que «no interesan a nadie ni van a cambiar nada en Argelia», Khadra califica de «gran evento» la segunda vuelta de los comicios franceses porque «si le va bien a la extrema derecha toda Europa está en peligro. Nunca volvería a ser la Francia que conocemos».
Para este escritor, la extrema derecha de Marine Le Pen «no tiene un proyecto de sociedad sino una promesa de catástrofe porque cuando no hay ideas claras, hay una catástrofe».
El autor de obras como «Morituri», «Lo que sueñan los lobos» o «El atentado» recuerda que se presentó a las elecciones de Argelia para ser útil a su país pero ahora siente que lo es más como escritor y como humanista.
El escritor está para hablar de una situación y poner de manifiesto la conciencia colectiva, considera el exmilitar que bromea con su pseudónimo literario: «Es mi nombre de soltera».
Dijo en su día que adoptaba este nombre para defender el papel de la mujer, algo que considera normal, pues una sociedad que no lo reconozca no puede desarrollarse y si un país árabe o musulmán quiere tener un sitio en la ONU debe reconocer ese papel», indica.
Nacido en 1955 en el Sáhara argelino, ingresó con 9 años en una escuela militar y permaneció en el ejército, que compaginó con la escritura, hasta el año 2000 cuando abandono la carrera militar para dedicarse a la literatura.
Sus obras han sido traducidas a unos 50 idiomas y adaptadas al cine, al teatro y al cómic, entre ellas «El atentado», una novela que cuando se publicó en 2005 pasó a formar parte de los libros situados en el punto de mira del radicalismo islamista.