Un poco más tarde de lo habitual pero con el mismo espíritu. La XLV edición del Festival de Música d'Estiu de Ciutadella no se inaugurará, como es tradición, coincidiendo con la festividad del 9 Juliol. Lo hará el 17 de julio, aunque con la misma filosofía de trabajo y estilo: «continuista», resumía ayer Pilar Carreras, presidenta de la entidad cultural organizadora, Joventuts Musicals de Ciutadella. Carreras explicó con motivo de la presentación de la programación de la muestra musical que el cambio obedece a «cuestiones de agenda» con uno de los espectáculos programados.
Así, entre el 17 de julio y el 21 de agosto, el veterano festival acogerá un total de seis conciertos que abordarán diferentes estilos de la música clásica. Como novedad principal cabe destacar este verano una mayor apuesta por el canto. Y en ese sentido en el programa hay dos citas especiales con interpretaciones a cappella, pero con estilos radicalmente opuestos. Por un lado el octeto Música Reservata de Barcelona, que se centrará en un repertorio de música religiosa de la segunda mitad del siglo XVI. Como contrapunto, The Hanfris Quartet, cuyos miembros se acercarán al mundo del swing y llevarán a ese estilo también canciones de rock y melodías standard del jazz además de otras composiciones más clásicas.
Esa será la apuesta «más arriesgada y novedosa» de este año, tal y como reconoce Carreras, quien no obstante recuerda que el swing está actualmente «muy de moda» en el municipio. La otra novedad de la presente edición es que la hora de comienzo de los recitales se adelante este año 30 minutos, a las 21 horas.
En lo que se refiere al cartel del festival, este año ha sido diseñado por el poeta y artista plástico Francesc Florit Nin. Se da la coincidencia de que hasta el próximo mes de octubre, y también durante los conciertos del festival, se podrá ver en el Claustre las obras que componen la exposición «Divinitats Humanes» del artista de Ciutadella.