El organista del Papa, Joan Paradell, titular de la Capilla Musical Pontificia, disfrutó este sábado0 del instrumento de Santa Maria y consiguió con su concierto que el público tuviera una oportunidad única de recorrer la historia de la música para órgano.
Las primeras composiciones que interpretó fueron dos piezas anónimas del siglo XIV, que se consideran las primeras partituras para órgano, documentos que se encuentran en el Museo Británico. Después de una Toccata de Frescobaldi, músico del XVI, ofreció la «Tocata y fuga en re menor» de Bach, muy conocida por los amantes de la música clásica. Dedicó un espacio a los románticos Guridi, Bélier y Saint Saëns para terminar con Pietro Yon y Patrick Huber, este último del siglo pasado.
El concierto ha sido organizado por Spiritual Menorca, una entidad relacionada con Pendent, la empresa que este año ha asumido la gestión de La Mola. Sus responsables han previsto ofrecer otras actividades culturales que tengan relación con el patrimonio religioso. El concierto de ayer fue de acceso gratuito.
Instrumento excepcional
Joan Paradell dedicó la tarde de este sábado a ensayar el concierto. Poco antes de actuar ante el público comentó que el órgano de Santa Maria de 1810 es un instrumento excepcional. «Tiene una sonoridad preciosa». Ha sido la primera vez que el organista del Papa visita Menorca, sin embargo conocía las cualidades del órgano de Santa Maria desde hacia tiempo. En su casa de Igualada conserva enmarcada la portada de un disco de la organista Montserrat Torrent, que se grabó poco después de la restauración que Blancafort realizó de este instrumento.
El organista, que reside en Roma desde hace muchos años, donde ha desarrollado su carrera como músico, solo puede viajar y ofrecer conciertos fuera del Vaticano cuando el Papa está de viaje, como sucede esta semana en que el Pontífice se encuentra en Colombia.
Paradell espera tener más oportunidades de volver a sentarse en el banco del órgano de Santa Maria.