Emotiva noche la que se vivió el pasado viernes en el Teatre Principal de Maó. Una velada especial para la familia de la Associació Musical de Maó, que comprobó cómo su gran apuesta artística, la Banda, cumplía su primera década de actividad. Una fiesta que resultó un éxito de convocatoria, con un lleno completo en el emblemático escenario de mahonés y un buen número de personas que no pudieron acceder.
El 'Principal' se quedó pequeño para una fiesta que se prolongó durante cerca de dos horas, un concierto en dos partes durante las que sonaron algunas de las piezas más representativas de la primera década de historia de la agrupación musical mahonesa, una selección para la que incluso se formó hace meses una comisión de trabajo, en cuyas manos se delegó el repertorio final.
Arrancó la velada con la intervención del presidente de la Associació Musical del Maó, Santiago Gomila, quien ilustró a los asistentes con un repaso por la historia de la banda musical y procedió a dar las gracias a toda la gente que se ha visto implicada en el proyecto. Fue él quien se encargó de introducir al público a quien fue el primer director, Tolo Mercadal, quien poco después se hizo con la batuta para que sonara una de la primeras piezas que interpretó la banda en su estreno de hace una década, «Ross Roy», una partitura de Jacob De Haan, un compositor que curiosamente estuvo invitado hace una semana en el mismo escenario para dirigir a la Banda del Conservatori.
A lo largo de la noche, Mercadal compartió la dirección con el actual titular de la Banda, Miquel Llario. Ambos se encargaron de liderar los compases de un repertorio en el que no faltaron partituras de obras tan conocidas como «Los Miserables», «Piratas del Caribe» o «El último mohicano». Un concierto en el que la banda hizo una muestra de la gran sonoridad que atesora, un trabajo que se encargaron de redondear como solistas cuatro profesores del Conservatori, los clarinetistas Tolo Mercadal y Toni Carrillos y los trompetistas Francisco Royo y Oscar Ortíz.