Aunque muy poco a poco, la música comienza a recuperar su espacio. Después de casi tres meses refugiados e internet, los conciertos regresan a su medio natural, el de escenarios con el público a la vista.
En Menorca, los primeros en volver a la actividad han sido los responsables de Sa Sínia Art Hub, en Es Castell. Allí, con un aforo reducido de 40 personas (10 menos de las marcadas por la normativa), actúo el pasado viernes Subtext Trio. Uno de sus miembros, Icar Toset, define el momento como «superemotivo». El guitarrista asegura que la de actuar en directo es una sensación «insustituible. Hay que salir de la pantalla, que es un lugar donde no tienen que estar las artes escénicas», añade en relación al refugio que ha supuesto la red durante el estado de alarma.
Desde Sa Sínia se muestran muy satisfechos de haberse abierto de nuevo a la cultura, aunque desde el equipo, Irene Recuero reconoce que están aún en una fase de «ensayo y error», por lo que tienen que ser «muy precavidos». Ello implica ser muy escrupuloso en el cumplimiento de las normativas, y para buscar el beneficio de los artistas se ha optado por un sistema de doble función, con una parada de media hora para desinfectar el espacio.
Esa es la nueva realidad con la que tienen que vivir las salas de conciertos, y el protocolo que este viernes se volverá aplicar en Sa Sínia con Wanderlust Menorca, con actuaciones a las 19.30 y 21 horas, eso sí, con reserva previa y a un precio módico (6 euros). Gemma More, voz de ese proyecto musical, reconoce que volver a estar cerca de la gente es «esencial». Sin embargo, el sentimiento general de incertidumbre perdura. En su caso, da la temporada por perdida, pero «lo que venga será bienvenido», dice resignada. Su apuesta es la de no parar de hacer cosas, como en los últimos meses, «nos aporten un beneficio o no».
En lo que se refiere al verano, Toset no duda en reconocer que «está difícil». La desescalada permite que la actividad se comience a retomar, pero pocos se animan. «El teléfono no está sonando como debería», apunta el guitarrista, impulsor también de una campaña para promover la contratación de artistas locales, mensaje que ha plasmado en unas camisetas.
La apuesta por los músicos de aquí es el salvavidas al que muchos se quieren agarrar, pero las programaciones están aún poco verdes para los próximos meses. La buena noticia, según el promotor Tato Rabasa, es que ya se empieza a notar algo de movimiento en la contratación de artistas por parte de los hoteles.
Buenas noticias para la música en la calle: los programas se mantienen
El Ayuntamiento de Maó confirma que Nits de Música al Carrer seguirá en cartel. Este verano celebrará su décimo aniversario, adaptándose a las nuevas condiciones pero con algunas cuestiones por decidir.
La cosa tampoco pinta mal en Sant Lluís, donde el programa Música de Vorera se rebautizará este año como Cultura de Vorera para abrirse a otras disciplinas; el calendario y los artistas aún están por definir.
En Es Castell seguirán apostando por la música en la calle y también estrenan denominación: las Nits a la Fresca pasarán a llamarse Music under the Moonlight. Cada miércoles del verano, a partir del 17 de junio, y siempre que la situación sanitaria lo permita, recuerdan desde el Consistorio.