El laboratorio del Museu de Menorca analiza el hallazgo de un fragmento de ánfora con casi 2.000 años de antigüedad extraído por unos pescadores mientras faenaban por la costa norte de la isla.
El patrón mayor de la Cofradía de Pescadores de Maó, Pito Quintana, fue quien alertó al servicio insular de Patrimonio del hallazgo.
«No es la primera vez que pescamos materiales patrimoniales, aunque ahora ya es menos habitual que años atrás», ha admitido a Efe.
La dirección del Museo de Menorca ha agradecido a través de las redes sociales las «buenas prácticas» de aquellas personas que recuperan elementos patrimoniales.
El fragmento corresponde a un ánfora del modelo Dressel 20, muy característica y reconocible gracias a su amplio cuerpo. Se utilizaba como envase para contener y transportar aceite y se fabricaba en la zona de la Bética romana en época imperial.
Las autoridades insulares han recordado que no se pueden recoger objetos arqueológicos de los yacimientos ni del mar y en el caso de encontrarlos fortuitamente se debe contactar con el Consell de Menorca.