Un proyecto artístico y cultural que trabaja para promover «el arte gráfico y la promoción de Menorca en el mundo del arte en general y del grabado particular». En resumen, esa es la filosofía de Xalubinia, una iniciativa que aterrizó en Alaior en 2008 pero que ya estaba en marcha desde 1992 en Granada, impulsada por el menorquín Pere Pons junto a su socio artístico Ángel Ramazzi.
Una trayectoria de 28 años que ahora se ve alterada por la llegada al municipio de un nuevo proyecto cultural, Alaior Art Comtemporani, que se instalará en las dependencias del hasta ahora Centre Internacional de Gravat, donde Xalubinia ha impartido sus talleres durante los últimos diez años. Desde el Consistorio les invitan a desplazarse a la planta baja del edificio, pero la asociación ya ha dejado claro que es «inviable por una cuestión de espacio».
«Xalubinia atesora una historia larga, llena de experiencias y logros nacionales e internacionales», resumen Pons, que advierte que la situación que están viviendo actualmente no significa, ni mucho menos, el fin del proyecto. «Si el Ayuntamiento no quiere estos valores, los llevaremos a otra parte», advierte.
La actual presidenta de Xalubinia, Verónica Arellano, se muestra «molesta por las maneras» que ha tenido el Consistorio. Con el convenio de colaboración entre las partes caducado desde 2017, cumplido el plazo acordado después de que el edificio se rehabilitará con medio millón de euros llegados desde el Gobierno central para crear el centro internacional, las conversaciones mantenidas con la concejalía de Cultura «apuntaban a la continuidad», señala Arellano. Sin embargo, hace una semana se les anunció que tenían siete días para vaciar las dependencias que actualmente ocupan, de titularidad municipal, y trasladarse a una planta inferior.