El festival multidisciplinar Fosquets de Lithica empieza a afrontar ya el tramo final de su programación cultural. Y lo hace con la recuperación este viernes, a partir de las 22 horas, de la «Nit de la Lluna Plena» y una triple propuesta a través de la música y la danza.
Bajo el influjo de la luz del plenilunio de agosto, el anfiteatro de las canteras contará con la relajante música de Ravid Goldschmidt con su handpan.Se trata de un instrumento de percusión, una especie de tambor metálico de sonoridad suave que se distingue por sus sensibles vibraciones. Goldschmidt se ha convertido en uno de los primeros músicos de este instrumento de percusión y, actualmente, es uno de los principales intérpretes gracias a que ha desarrollado un método propio. El artista imparte talleres para conciertos y crea música para películas, televisión y presentaciones en directo.
La noche contará también con Víctor Carol, un músico de didgeridoo. En este caso un instrumento de viento en forma de tubo vacío elaborado de madera o de caña, «cuya actuación traerá el flujo espiritual para una representación especial», reconocen desde el festival.
La luna también iluminará a la bailarina menorquina Gêliah Dansânima, que ofrecerá un repertorio de danza oriental fusión y danza mística contemporánea. Geliah lleva más de veinte años de trayectoria artística en Menorca y fuera de ella. Su coreografía amalgama estilos orientales que fusionan la danza mística, ritual, tribal y contemporánea. «El tridente ‘cuerpo-alma-mente'», explican desde la organización, «conforma un espacio que trasciende las dimensiones de lo interior y lo exterior; de lo visible y lo invisible; capaz de moldear la expresividad corporal para crear un genuino hechizo de movimientos emocionales». La artista menorquina fluirá, así, entre los sonidos del handpan y el didgeridoo.