Biel Llabrés (Maó,1953) continúa iluminando su carrera artística con «Llum i ombres». Ese es el título de una exposición con la que ha visitado diferentes espacios de la Isla, un proyecto vivo y dinámico en el que nombre permanece, pero el conjunto artístico continúa, crece y evoluciona. El artista lo tiene todo a punto para inaugurar este jueves su montaje, al que ha incorporado un buen número de obras nuevas, en la galería Ática de Maó. «Ahora todo es más colorido respecto a cuando empezaba. Creo que ha quedado un montaje muy llamativo», confesaba este miércoles mientras hacía los últimos retoques en el espacio cultural a pie de mar, en el puerto de Maó.
Electricista de profesión, ahora jubilado, la chispa artística siempre estuvo presente en la esencia de Llabrés. «Siempre he hecho muchas manualidades», rememora. Después de que un amigo viera de lo que era capaz, fundiendo la materia prima con la que trabaja en el taller con su inspiración creativa, se animó a compartir con sus creaciones con el público en la década de los 90. Fueron varias las exposiciones que hizo entonces, pero su proyección quedó temporalmente en stand by por otras obligaciones. Sin embargo, la luz que característica volvió a aparecer hace unos años, y desde entonces no se ha apagado.
Su momento creativo actual se puede comprobar a través de la contemplación de las cerca de treinta obras que cuelgan de las paredes de Atica, junto a otra colección de lámparas de sobremesa fabricadas con materiales reciclados.
La luz sigue siendo el elemento clave en la obra del artista, que se desarrolla a través «del hilo de cobre que utilizaba cuando era electricista, que voy deshilachando y tensando». A partir de ahí va tomando forma su propuesta al intervenir en el proceso la colocación de mármoles y cristales con los que consigue trasparencias, y también con piedras en algunos casos. «Lo que busco es el juego de luces que hace la proyección por detrás de esos elementos», resume.
La muestra se podrá visitar hasta el 5 de enero, pero la proyección de la misma, bajo el mismo título y con nuevos elementos, busca otros horizontes. Entre los objetivos de Llabrés figura exponer en la zona centro de la Isla, así como en Ciutadella, donde no lucen sus obras desde hace treinta años.
El apunte
Juegos de luces y sombras, obras abstractas y un marco perfecto
Llabrés se sintió muy atraído por el ambiente de Ática, que encaja perfectamente con su propuesta. «Es un lugar con mucho encanto», resume el artista, quien explica que «salvo algún foco en la parte central, la iluminación de la sala será la de mis obras». Dice que «cuanto más oscuro esté el exterior, mejor para mí, porque realza más mi trabajo», creaciones que define como abstractas y a las que siempre pone nombre una vez terminadas. «Casi nunca sé lo que voy a acabar haciendo», concluye.