Beethoven ha ocupado en los últimos tiempos un lugar especial en el repertorio de la Orquestra de Cambra Illa de Menorca (OCIM), especialmente vinculado a los festivales de verano que organizan Joventuts Musicals de Maó y Ciutadella. Si en 2022 abordaron la quinta sinfonía del compositor alemán y en 2024 se adentraron en una de sus obras más populares, la novena, este 2025 será el turno de «La Pastoral». Un concierto que se estrenará esta noche (21 horas) en el Teatre des Born de Ciutadella y que volverá a sonar mañana (misma hora) en el Teatre Principal de Maó.
«Beethoven es un compositor muy importante para nosotros», reconoce el director artístico de la orquesta, Francesc Prat, «porque nos permite estar en dos mundos». Y ello es, argumenta, porque con las características de una orquesta de cámara «se puede trabajar muy bien el repertorio clásico» y también porque los músicos de la OCIM «son gente muy expresiva y muy emocional, por decirlo de alguna manera».
Insiste Prat en que Beethoven es un compositor que conecta con la orquesta menorquina: «Tiene un repertorio que le va muy bien, tanto por dimensión clásica como por el espíritu romántico». En este caso es el turno de «La Pastoral», un título muy conocido «con una melodía agradable y amena». Composición que, además, encaja muy bien con Menorca, recuerda, «porque es un himno musical a la naturaleza... Y qué mejor lugar que este para interpretarlo», defiende el director artístico.
Esa partitura («Simfonía núm. 6 en fa major op.68») se encargará de cerrar un programa que también abrirá Beethoven, con «Coriolà, op.62», pieza que a través del héroe que lleva en su título «nos viene muy bien para explicar ese impulso romántico que tiene la obra de Beethoven». Y entre medias, «La representación del Caos», de Franz Joseph Haydn, al que recurren desde la OCIM para recordar de que antes de la belleza de la que habla «La Pastoral» existía un estado de desorden y confusión .
Con cerca de cuarenta intérpretes, el espectador acudirá a ver, explica Prat, a una orquesta de cámara, pero para la ocasión se encontrará a una sinfónica, «con un buen grupo de cuerdas». Una formación de gala para las que son sin duda dos de las citas más importantes del año.
Prat cumple en 2025 seis años al frente de la OCIM y la experiencia no puede ser mejor, según él mismo explica. Un periodo del que destaca el valor humano de la familia que ha encontrado y que le ha permitido conocer mejor «una parte del mundo que me encanta». «Estoy feliz, si me quieren echar les costará mucho, porque no me pienso ir», bromea al respecto.
Ello le permite abordar el proyecto mirando los retos que tiene la OCIM, entre los que cita «empezar a preparar el futuro de la orquesta», o lo que es lo mismo, trabajar en el relevo generacional, tarea que no se le antoja difícil al ser Menorca «una isla de buenos músicos».