Verano es temporada alta en muchos aspectos, también en el de las exposiciones artísticas. Un campo este que ha sufrido una especie de revolución en los últimos años, por el gran número de galerías que han abierto sus puertas, y que esta temporada cuenta con una propuesta un tanto original y novedosa. Más allá de las muestras en los espacios tradicionales, la artista Marianela Gallardo se ha desmarcado con una propuesta bautizada como «Secret Garden Art Tour», que inauguró la semana pasada en Ciutadella.
Según la propia pintora y escultora argentina explica, se trata de «una exposición poco convencional, integrada en el entorno». El espacio elegido es un jardín con un ambiente «autóctono y auténtico» en el marco de una casa típica menorquina.
Una propuesta atractiva pero que no deja de ser fruto del momento en que estamos viviendo en el sector inmobiliario. Tras verse obligada a abandonar su estudio en Maó, Gallardo se topó ante la imposibilidad de «conseguir algo a precios normales por culpa de la gentrificación». Por suerte, se cruzó en su camino la posibilidad de mudarse con sus pinceles a una especie de huerto en Ciutadella, en la periferia pero a cinco minutos del centro, cuya ubicación solo descubren los visitantes una vez embarcados en el tour.
Las obras de la pintora habitarán temporalmente durante este verano en ese jardín, donde sus creaciones se integran con una naturaleza que le está resultando especialmente inspiradora a la hora de crear. Gallardo defiende que en ese espacio las obras y la naturaleza «hablan el mismo lenguaje de relaciones armónicas».
El «Secret Garden» se convierte así en una sugerente propuesta para adentrase en el particular universo creativo de esta argentina que lleva ya veinte años afincada en la Isla. En la muestra conviven obras de épocas anteriores con las creaciones que han surgido en nuevo lugar de trabajo gracias «al silencio y la naturaleza».
Gallardo ha hecho desde siempre gala de ser una creadora independiente que ha preferido en los últimos tiempos dejar las galerías a un lado para exponer en su propio estudio. Independiente «y camaleónica», añade, «porque he tenido que ir adaptándome a las circunstancias de los sucesos contemporáneos socioeconómicos». En ese sentido, reconoce que si las crisis son buenas para algo es porque te obligan a «reinventarte».
Su «Secret Garden» estará abierto hasta finales de septiembre. Un proyecto que «busca ofrecer un espacio sensible, cercano y poético para el público».