Organizados por el grupo Coetus, todo un referente del folk y la música popular ibérica, los Encuentros de Raíz Tradicional arrancaron en 2015 en Galicia. Allí se plantó la semilla de un proyecto que un año después recaló en Menorca, donde se celebró un curso de músicas de la Península ibérica basado en la percusión y la voz. Una iniciativa que desde entonces no ha dejado de crecer y que esta noche (20.30 horas) regresa a la Isla, en el marco del festival Fosquets Lithica, con la actuación de la Orquestra de l’Encuentro d’Arrel.
Testigo de toda esa evolución es el percusionista Aleix Tobias, uno de los fundadores del proyecto. Como ejemplo apunta que sobre el escenario puede sonar «una canción de Senegal, con panderos de Salamanca y con una guitarra española para después pasar a una seguidilla». Una fusión que habla de la riqueza de un proyecto que en su visita a las canteras está integrada por 25 artistas de una docena de países.
Toda una declaración de intenciones sobre su espíritu abierto, unidad e interculturalidad en los tiempos que corren. «Nos gusta que el mensaje esté en el arte directamente y no en el discurso. Hay una reflexión, pero es muy natural. No hay un discurso que reivindique con la palabra una manera de pensar, para nosotros se trata de una manera de vivir y de sentir, y eso se refleja en como hacemos las cosas en el arte», reivindica Tobias.
Desde la jota española hasta la cueca chilena, desde la tarantela italiana a la música del Magreb, el Encuentro d’Arreu pone en relieve los puntos de encuentro de las diversas tradiciones musicales que ha conformado la identidad cultural colectiva. «Lo que más nos representa de esta música es el encuentro», defiende Tobias, «ese punto donde todas las personas están incluidas y pueden formar parte de algo sin importar de dónde vienen, si tienen dinero, sin son de izquierdas o derechas... Un lugar que nos hace sentir a todos iguales».
En resumen, la música como una herramienta para fomentar la igualdad tomando como base los sonidos más tradicionales. Una herencia que musical que vive un momento mucho mejor que, por ejemplo, hace dos décadas. «Creo que se está ganando la batalla contra el prejuicio de que esta música es de pueblerinos y paletos. La gente se ha dado cuenta de que la música tradicional es bestial», defiende el percusionista.
Tobias reconoce que también ha ganado terreno dentro de la industria, aunque hay margen de mejora: «Es bueno que exista como entretenimiento, pero a mí me gustaría que la música popular formase parte de todos. Antes todo el mundo se atrevía a cantar, a hacer palmas... porque conocía el código», concluye para reivindicar un papel más activo por parte del público en general, no solo como oyente.
La formación cuenta entre sus filas con la menorquina Anna Ferrer y para la ocasión se sumarán tres colaboradores locales: Eva Huergo (voz), Moisés Pelegrí (percusión) y Annabel Villalonga (guitarra y glosat). Ante la previsión meteorológica poco favorable, desde la organización informan de que en caso de lluvia el espectáculo se celebraría en la Sala Multifuncional.