Cada año, desde 2016, entre los meses de noviembre y diciembre, el Alternatilla Jazz Festival viene dibujando un mapa sonoro cada vez más extenso en Balears. Tomando Mallorca como punto de partida, su programación se ha ido descentralizando hasta conseguir que este otoño el tenga sedes en las cuatro islas. Menorca, que se incorporó a la ruta en 2019, formará parte por quinta vez el próximo viernes (20.30 horas) de la muestra musical, que en esta ocasión tendrá el honor de inaugurar con el concierto que sonará en el Teatre des Born de la mano del evento bautizado como ‘Menage à Jazz’ y la Alternatilla Band sobre el escenario.
Se trata de un proyecto cultural de espíritu abierto, que mira a otros territorios y que han crecido de forma considerable desde sus inicios, tal y como reconoce desde el equipo artístico, una de sus responsables, Ana Espina. Rememora que la relación con Menorca arrancó en el Teatre Principal y, tras el paréntesis por la pandemia, después ha continuado en Ciutadella, siempre de la mano de Jazz Obert, entidad que organiza el Menorca Jazz Festival.
Un modelo de extensión en el que confiesa se pretende seguir avanzando. «Hay un compromiso de seguir creciendo y la idea es repartir la programación de una forma un poco más equilibrada», confiesa Espina, quien explica que el festival pasará las próximas semanas por catorce sedes, solo tres de ellas fuera de Mallorca». Es por ello que no se descarta que de cara al futuro Menorca pueda programar más de un evento.
La filosofía del Alternatilla Jazz Festival encaja con una tendencia que está cobrando protagonismo en el panorama balear. En ese sentido, cabe recordar que el festival menorquín Cranc ya dio el salto a Mallorca hace dos años y que desde esa isla vecina nos visitó el mes pasado otra muestra musical consolidada, el ME_MMIX Festival, entre cuyos planes figura continuar aquí con una programación más estable.
Todos los eventos tienen en común que se celebran fuera de la temporada alta. Y esa es una de las grandes bazas con las que juega el festival que organiza, el de promover la movilidad de público entre islas «más allá de para visitar sus playas», destaca Espina, quien aboga por seguir generando sinergias entre los diferentes festivales de las Islas.
Una muestra musical que se mueve a nivel insular pero que busca la proyección internacional en la confección de sus programas. Cada año explora un lugar diferente con un país invitado, honor que en esta ocasión ha recaído en Francia. En la presente edición se han programado 16 recitales con la participación de 84 músicos.