Cuatro aspirantes ante Águeda Reynés. El debate electoral celebrado ayer en el Ateneu con los cinco candidatos que optan a la alcaldía de Maó sirvió para pespuntear los elementos prioritarios de cada programa, pero también para desbancar algunos de los logros que la actual alcaldesa de Maó ha abanderado durante su mandato.
Unas 140 personas (lo que obligó a habilitar una segunda sala), siguieron ayer en directo el debate en el que la candidata popular habló de haber «roto la inercia de parálisis y conformismo» logrando una ciudad «más viva, activa y humana», además de «haber inventado un estilo de hacer política diferente». Esbozó los logros de estos cuatro años en la alcaldía agregando que «no es hablar de herencia sino de realidad» y que «aún queda mucho por hacer, es un proyecto de continuidad».
Manuel Pecharromán (PI) priorizó las personas con una potenciación de los servicios sociales. Andrés Spitzer (Ciudadanos de Menorca) abogó por la total transparencia y Conxa Juanola (Ara Maó) apostó por la participación como eje fundamental de la política, además de la necesidad de un plan de vivienda. Por su parte, el socialista Vicenç Tur defendió a la administración como elemento clave contra la crisis e impulsor de oportunidades, además de promover la gestión municipal desde la concepción de que Maó es una ciudad de barriadas.
Estos cuatro aspirantes acercaron, en varias cuestiones, sus posturas. En mayor o medida medida apostaron por la transparencia, la participación ciudadana, el ámbito social y la necesidad de reactivar el puerto. Aspectos sobre los que Reynés cree que se ha hecho ya un paso al frente, aunque es posible mejorar. La popular quiso destacar la dinámica de entendimiento con Autoridad Portuaria, además de que «hemos hecho en tres años lo que no se logró en diez». A ello, Spitzer contestó que «me alegro de que haya un buen entendimiento, lo hay porque hacen lo que quieren». Consideró que «es el puerto más bonito del Mediterráneo y el que tiene más locales en alquiler», a lo que Pecharromán agregó que «si el futuro del puerto es el futuro de Maó -como dijo Reynés- el último que apague la luz». Una situación similar se produjo cuando Reynés aseveró que los ciudadanos pagan menos impuestos. Negaron la mayor.
No debemos olvidar el lastre de la corrupción del PP que llevan sus candidatos, Reynés tuvo que derribar parte de su casa por haberla construído sin licencia, y por la denuncia del que tiene a su izquierda , si no la hubieran denunciado no habría hecho nada y se habría hecho la sueca. Todo cuenta y hay memoria.