La lucha contra la masificación turística, la diversificación económica y la vivienda constituyen tres ejes del programa electoral con el que Més per Menorca concurre a las elecciones al Consell y al Parlament. El contenido de sus propuestas es el resultado de 60 reuniones en las que se ha consultado a 500 personas, «son los ciudadanos y no los políticos quienes conocen realmente las preocupaciones y los problemas», confiesa Josep Juaneda, cabeza de lista al Consell.
El turismo «no solo ha comportado la masificación sino que pone en entredicho la calidad de esta actividad e indirectamente ha agravado el problema de la vivienda para sus trabajadores», argumenta Castells, número uno al Parlament. Por esa razón, «haremos valer los límites que tiene la isla» con medidas como un reglamento de plazas turísticas.
En este se exigirá que por cada plaza turística de nueva creación hayan de amortizarse dos antiguas. En la misma línea se aplicará la restricción a la entrada de vehículos, una medida que no llega para este verano pero que se plantea con realismo para el próximo. «Trabajamos para iniciar los estudios que definan el techo de vehículos que puede soportar el territorio, no está definido todavía», precisa Juaneda.
Admite que esos estudios han de determinar la viabilidad de la medida contemplada en la ley Menorca Reserva de Biosfera, «si tenemos la opción, se limitará la entrada de vehículos, es una prioridad y esperamos que llegue para el próximo verano», promete el candidato al Consell.
Vivienda
En materia de vivienda, el programa de Més incluye el compromiso de crear 200 nuevas viviendas al año destinadas al alquiler social «gran parte del parque de viviendas ha sido retraído del mercado residencial en beneficio del turístico, es un reto ahora que retorne al mercado residencial del que salieron», señala Josep Castells.
En esa misma materia, propone incrementar la presión fiscal a los propietarios de viviendas vacías, otro de los problemas largamente denunciados juntamente con el necesario control de la oferta turística ilegal.
Sobre el objetivo de la diversidad económica apuesta por fórmulas como «una ayuda intensa a los emprendedores, equivalente a un salario durante tres años para poder llevar a cabo sus proyectos en ámbitos estratégicos», asegura.
Castells está convencido de alinear sus propuestas con los principales problemas de la calle, «la coherencia sostenida en el tiempo ha acabado por darnos la razón».
¿Y quien pagará ese euro de cada dos que perderá la Isla?