Juana Mari Pons, la candidata popular que no estuvo lejos de alcanzar la mayoría absoluta, reivindica su derecho a formar gobierno en solitario en Ciutadella. «No hemos ganado por uno o por dos, sino por cuatro concejales», recuerda para hacer valer su posición.
Asegura que en las conversaciones que tenga con los otros partidos antes de la constitución del ayuntamiento les planteará que se abstengan «y respeten así la decisión de las urnas en Ciutadella». Sabe que las opciones de que atiendan su petición son escasas, sin embargo, entiende que es posible «y sobre todo justo». Recuerda además que no es la primera vez que un partido se abstiene por respeto a quien realmente ha obtenido la mayoría con claridad en unas elecciones municipales.
«Estas elecciones han traído aires de cambio a Ciutadella, es lo que se respira y no me parece correcto que se tuerza la voluntad popular con un acuerdo de despacho», reflexiona la candidata del PP.
La fuerza más votada
En defensa de su tesis recuerda palabras de la todavía alcaldesa en funciones, Joana Gomila, reivindicando el derecho a gobernar de la fuerza más votada. Eran otros tiempos y esa premisa es utilizada por lo común por quien ha ganado sin alcanzar las mayoría suficiente.
A Juana Mari Pons le indigna que se dé por hecho que gobernará la izquierda mediante un pacto de reparto de la Alcaldía, dos años para la candidata socialista y dos para la nacionalista, porque «eso es una batalla de egos y de poder entre dos personas y dos partidos sin tener en cuenta el interés del ciudadano, que queda relegado de esa pelea», señala.
«Hemos ganado nosotros, es lo más claro de los resultados del domingo, que son los que son. Ciutadella es uno de los municipios donde más se ha recuperado el PP», analiza.
No ignora que su teoría y la fuerza de los datos en los que ampara su reivindicación chocarán contra la realidad de un pacto de la izquierda que la mande a la oposición. Se agarra a las palabras del cabeza de lista de Ciutadella Endavant, Sebastià Servera, quien mostró una postura más reflexiva la noche electoral al valorar los resultados y pedir más respeto para su formación que, después de todo, tiene la llave de la mayoría.