Castigados sin poder participar en el jaleo de la noche. La Junta de Caixers de Maó ha decidido sancionar a tres miembros de la qualcada de las fiestas de la Mare de Déu de Gràcia sin participar en los actos de la noche del día 7, después de que se haya acreditado su presencia irregular el pasado 19 de junio en un pasacalles de caballos de Menorca en el marco de las fiestas patronales del municipio mallorquín de Mancor de la Vall, celebradas del 18 al 24 de junio.
El reglamento que rige el funcionamiento de la Junta de Caixers y las normas básicas de protocolo e inscripción que deben seguir los miembros de la qualcada establece explícitamente la prohibición de participar en fiestas patronales que se desarrollen en otros términos municipales, decisión que, en el caso de producirse una invitación formal, debe tomar la Junta de Caixers.
El régimen sancionador de este reglamento marca el comportamiento de estos tres jinetes como una falta grave, lo que en la práctica supondría la prohibición de participar en el global de las fiestas.
No obstante, «teniendo en cuenta que es el primer año que se aplica este reglamento», según explicó el concejal de Cultura y Fiestas del Ayuntamiento de Maó, Héctor Pons, finalmente se ha optado por suavizar la sanción y considerarla como la reiteración de dos faltas leves, que debe ser sancionado con la pérdida de una de las dos tandas de las próximas fiestas, las que arrancan el próximo día 7 de septiembre.
Sanción rebajada
La Junta de Caixers que se celebró el pasado miércoles decidió en un principio aplicar estrictamente el reglamento y excluir a estos tres jinetes de las fiestas, sin embargo, en una próxima reunión celebrada el viernes, la Junta, una vez escuchados los argumentos de los tres implicados, optó por rebajar el castigo y usar este incidente como un aviso para navegantes.
La intención de la Junta es, no obstante, que se aplique este reglamento al pie de la letra en el futuro. Así las cosas, el jaleo de la noche contará con tres caballos menos.
El agua de rosas de Sant Joan ("Aigua-Ròs", que leido en menorquín sonaría en castellano "aigurós") es una tradición ancestral de las gentes del mediterraneo que en Menorca se ha conservado, sin saberse muy bien su origen correcto, el hecho de repartirse a la gente, por parte de los "caixers" en las casas y por la calle el día de Sant Joan, un líquido perfumado, actualmente hecho de agua con colonia y poco más. Dicha tradición mediterránea consiste en dejar a la intemperie, durante toda esa mágica noche del solsticio de verano, un cuenco grande con agua y pétalos de rosa en su interior, que se retirará al amanecer y se dispondrá en frascos, atribuyéndole a esta agua dones curativos y mágicos, y usándola todo el año y en las demás fiestas que se celebran en Menorca hasta el próximo solsticio. Gloriós Sant Joan a tots i a totes!!!!. Un menorquí.