Faltaba un minuto para las siete de la tarde, pero el principio del fin ya había comenzado. Maó estaba preparada para despedir las fiestas como es tradicional, al ritmo marcado por las Colla de Geganters i Grallers de Maó. No estaba llena la plaza del Ayuntamiento, ni mucho menos, pero una vez que el desfile encaminó sus pasos hacia al puerto la fiesta comenzó a convertiste en un río de gente, gente menuda en su gran mayoría.
Bien acicalados para la ocasión, Tomeu y Guida, con sus pelucas recién estrenadas, Pere y Gràcia, que también estaban de gala con sus nuevos trajes, junto a Miquelet y Guida, fueron los principales protagonistas de un desfile que transcurrió al son de música tradicional catalana, aunque los jóvenes intérpretes de la colla se permitieron algunas licencias, como la de interpretar clásicos del jazz más festivo, como es el caso de «When the Saints go marching in».
A buen ritmo
Con pequeños descansos de por medio, la comitiva serpenteó por el Parque Rochina, para llegar a pie de puerto acompañada por una gran multitud, cada vez más animada. Fue en ese punto del camino donde se encontraron con otros de los grandes protagonistas del programa festivo, la Banda de Música de Maó. Mientras esta última formación encaminó sus pasos hacia la parte exterior del puerto, los gigantes, tras ofrecer uno de sus bailes más espectaculares, y aplaudidos, prosiguió a buen ritmo hacia la zona de la estación marítima. Fue en su aparcamiento donde, aproximadamente una hora después desde su partida desde el centro de la ciudad, los gegants comenzaron a despedirse.
Con su descanso bien merecido, posaron para finalmente inmortalizar la fiesta de 2016 con la foto de familia, una ocasión que sus más jóvenes seguidores no desaprovecharon para formar parte de la instantánea.