Mercè Rubió Boada vuelve a ser la presidenta de la Fundació surgida de su familia, la Fundació Rubió, tras un proceso judicial que ha invalidado la moción de censura impulsada por ocho patronos de la entidad y que la apartó del cargo. Ahora, Rubió quiere volver a coger con fuerza las riendas de una entidad "en la que en algunos momentos han primado intereses que no eran los de la Fundació", según asegura. De momento, lo primero será calmar unas aguas que ya hace meses que bajan revueltas.
LOS ESTATUTOS
Rubió entiende que los ocho patronos que impulsaron la moción de censura, y que por ahora han perdido el proceso judicial, "tienen todo el derecho a recurrir la sentencia judicial". Sin querer entrar en detalles jurídicos, "puesto que yo no soy jurista", la presidenta se declara sorprendida por la reacción de los patronos. "Hablan ahora de los estatutos que redactó uno de los propios patronos, a quien yo tenía por un prestigioso jurista. Tal era así que lo entroné. Por eso, creo del todo desacertado que ahora se escuden detrás mío, cuando yo no soy jurista, y como si hubiera sido yo la que redactó los estatutos".
DEMOCRACIA INTERNA
La repuesta presidenta también se muestra sorprendida por las declaraciones de los ocho patronos, que aseguraron que en la Fundació no se practicaba la democracia interna. Ante estas palabras, Rubió asegura que "la democracia se basa en el respeto a la oposición, no en expulsar a quien piensa diferente, y eso es lo que han hecho tras mi voto rotundo contra la compra de acciones de COMOSA". De hecho, Rubió entiende que todo empezó con esta decisión, a la que también se opuso Esperança Pons, patrona de la Fundació que no tomó parte en la moción de censura. "La compra fue nefasta, dañina y no alineada con la línea de la entidad", sentencia Rubió. Respecto a esta decisión, la presidenta asegura que "nunca me han dado ninguna explicación que me haga comprender la decisión. En algunos momentos se han primado intereses que no eran los propios de la Fundació".
DOLIDA Y PREOCUPADA
Mercè Rubió asegura sentirse dolida y preocupada por la imagen que está ofreciendo la Fundació, repleta de peleas judiciales entre los patronos. No obstante, asegura que a partir de ahora "la Fundació seguirá funcionando, como podamos, pero para servir a los objetivos de la misma. No se paralizará".
De momento, tiene previsto convocar en breve una reunión para volver a poner en marcha la entidad. Un encuentro "al que ya veremos quién viene", asegura, interpelando sobre si los ocho patronos que presentaron la moción de censura participarán en este encuentro. "Yo convocaré la reunión, después ya veremos quién está en ella y quién no", dice.
ESPERANÇA PONS
La continuidad de Esperança Pons, ex presidenta del Cercle Artístic, en la Fundació parece garantizada, o al menos así se desprende de las palabras de Mercè Rubió. "Ella vio, al mismo tiempo que lo hice yo, lo nefasta que era la decisión sobre COMOSA, y tiene mi confianza". No obstante, Rubió se muestra muy cauta a la hora de hablar de futuro. "Ya veremos cómo suceden las cosas, lo iremos viendo a medida que se produzcan", comenta.