Lidl cuenta ya con la licencia autonómica de gran establecimiento para su tienda de Maó. La Dirección General de Comercio aprobó el pasado 22 de enero la resolución que ampara la implantación de la cadena alemana en la zona de Levante. La concesión de la autorización deriva de la aplicación de la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de las Illes Balears que, el pasado verano, anuló la resolución que denegó la licencia solicitada por Lidl en 2004.
El pronunciamiento judicial, estimó las pretensiones de la cadena de distribución por entender que la decisión del Govern había sido arbitraria y carente de motivación y condenó a la conselleria de Comercio, Industria y Energía a dictar los actos necesarios para la concesión de la licencia autonómica denegada. Tras conocer el contenido de la sentencia, Lidl presentó un escrito ante el Ayuntamiento de Maó para que se retomasen los trámites para la licencia de actividad de la tienda.
El Consistorio mahonés confirmó que se les había notificado la resolución de la Dirección General de Comercio y que actuarían en consecuencia. "En su día manifestamos que daríamos cumplimiento a la sentencia en lo que nos correspondiera, de manera que cuando tuviésemos conocimiento de la concesión de la licencia autonómica, concederíamos la de actividad", explicó Vicenç Tur. El alcalde estimó en un par de semanas el plazo necesario para culminar estos trámites.
Por su parte, la consellera de Economía, Antònia Allès, detalló que había conocido la resolución este lunes y que estaban pendientes de clarificar si el otorgamiento de esta licencia de actividad se vería afectado o no por la entrada en vigor de la modificación de la ley 11/2001 del Comercio Balear y de la norma territorial cautelar que conllevaba aparejada la aprobación del avance del Plan Director Sectorial de Equipamientos Comerciales del Consell. "Aunque esto depende del Ayuntamiento, nos hemos interesado por la cuestión por los contactos que hemos mantenido con Lidl durante este tiempo", aseguró Allès.
Normativa
Las dudas expresadas por la consellera de Economía se relacionan con la imposibilidad de abrir en Menorca con la que tropezaría la cadena alemana, tanto por la superficie proyectada –789 metros cuadrados– como por la ubicación del establecimiento –la calle Artrutx del Polígono Industrial de Maó– de iniciarse los trámites en este momento.
En este sentido, cabe recordar que la legislación balear de comercio, actualizada por la ley 8/2009, limita a 400 metros cuadrados la superficie de los establecimientos comerciales en Menorca, mientras que la moratoria aprobada por el Consell el pasado 26 de octubre impide su instalación en polígonos industriales.
Fuentes jurídicas consultadas apuntan que al caso de Lidl podría ser de aplicación la disposición adicional quinta relativa al régimen de los actos firmes, según la cual "no queda alterada la eficacia de los actos administrativos firmes que se hayan dictado en aplicación de las normas que se deroguen o modifiquen mediante esta ley". Si se considerase que, con la sentencia, los planes de la cadena alemana deben continuar conforme al marco normativo en el que se iniciaron (2004), ni la modificación de la ley de comercio balear ni la norma territorial cautelar serían de aplicación.