El primer teniente de alcalde de Urbanismo Remigio Lora ha rechazado las críticas del PP en relación a la adaptación de las Normas Subsidiarias en las zonas turísticas al PTI, al asegurar que la tramitación del expediente urbanística todavía no ha concluido. Lora acusa a la portavoz popular Maruja Baíllo de manipular las observaciones contenidas en un informe técnico para dar la impresión de que existe un caos en el área de Urbanismo.
Remigio Lora ha asegurado que el informe técnico citado por el PP fue emitido por la Conselleria de Medio Ambiente del Govern balear y es uno más de los 25 informes o documentos que otras tantas administraciones y entidades vecinales deben aportar al Ayuntamiento después de analizar la aprobación inicial de la modificación puntual de las Normas Subsidiarias del municipio. Además, Lora ha recordado que en su día se presentaron una cuarentena de alegaciones al acuerdo plenario, que serán oportunamente contestadas.
Memoria
El responsable de Urbanismo ha señalado que toda esta documentación servirá para la elaboración de la memoria medioambiental, que deberá ser aprobada por la Comisión Balear de Medio Ambiente. Posteriormente, el Ayuntamiento procederá a la aprobación provisional del documento urbanístico y, finalmente, el Consell realizará la aprobación definitiva de la adaptación al PTI de las Normas Subsidiarias en el ámbito de las zonas turísticas.
Lora ha rechazado categóricamente que PSM-Verds defienda unas actuaciones contrarias a su ideario político, como aseguró ayer el PP, puesto que el documento urbanístico para la modificación del planeamiento municipal aún está en proceso de tramitación y, por tanto, puede ser objeto de modificación.
Además, recuerda que la ordenación y los diferentes parámetros que recoja la aprobación definitiva de las Normas Subsidiarias del municipio deberán ajustarse al PTI, instrumento urbanístico que fue refrendado por la coalición PSM-Verds.
Lora ha lamentado lo que considera unas declaraciones de la portavoz del PP realizadas desde la ignorancia, con un clara voluntad de manipular unas observaciones técnicas, por cuanto pueden inducir al error al ciudadano y dar por válida una información que no se ajusta a la realidad.