El presidente de Trapsa Yates, Juan Carlos Rodríguez Toubes, afirmó ayer con rotundidad que la empresa que dirige "está totalmente saneada y al corriente de sus pagos", otra cosa, dijo, son los problemas del Grupo Marsans, y éstos subrayó, "no tienen porqué afectarnos".
Rodríguez Toubes respondió así a los crecientes rumores que circulan por el puerto de Maó y que han motivado todo tipo de especulaciones sobre la continuidad de esta empresa al frente de la gestión de los amarres en el Moll de Llevant que asumió en octubre de 2008 y que antes fueron administrados por el Club Marítimo de Mahón. "La gente tiene muy mala uva, hay un grupo detractor que nos quiere hacer daño", aseveró el presidente de Trapsa. No obstante, desde la entidad se afirma que ya se ha hecho efectivo el pago del 85 por ciento del coste de las obras de mejora en los pantalanes del puerto.
La decisión de la empresa de desprenderse de sus acciones en otras concesiones portuarias en Palma y Eivissa, donde era socio minoritario, alimentaron hace unos meses las dudas sobre la situación de la entidad. Trapsa justificó entonces este paso en su deseo de mantener las concesiones donde tenía el control total de la gestión de amarres, como en el puerto de Maó, y poder así imprimir el carácter de la empresa a la marina. Juan Carlos Rodríguez Toubes recordó ayer al respecto, que Trapsa Yates aún gestiona el pantalán de la cuarentena y el varadero, ambos en Palma.
"Es cierto que el primer año en Maó fue duro, siempre es así al principio, porque se hicieron grandes inversiones. La ocupación fue baja y además afectó la crisis", señaló el presidente de Trapsa. Preguntado sobre las perspectivas para este año, el máximo responsable de la marina afirmó que aún es pronto para dar una respuesta. "Esperamos que en marzo comiencen las reservas y entonces ya podremos ir viendo la tendencia de la temporada, que esperamos será mejor", comento.
Por otra parte, el Club Marítimo de Mahón ya ha presentado el proyecto básico para ampliar la concesión de la estación de servicio que gestiona en la actualidad, asimismo ha encargado un estudio geotécnico de la zona y prepara la documentación administrativa solicitada por Autoridad Portuaria de Balears.
El Club Marítimo de Mahón deberá indemnizar a dos trabajadores
El Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB) ha condenado al Club Marítimo de Mahón a indemnizar a los dos empleados encargados de la línea de atraque de la entidad que fueron despedidos sin ningún tipo de indemnización laboral por la anterior junta directiva en diciembre de 2008.
El Marítimo consideraba que Trapsa Yates, el nuevo gestor de los amarres, debía subrogarse los contratos de sus empleados y por tanto la indemnización por despido. Un primer auto dictado en Menorca falló a favor del Club, pero tras el recurso presentado por la nueva concesionaria de la lámina de agua, el TSJB ha terminado por dar la razón a la empresa del Grupo Marsans. Los trabajadores se consideraban víctimas del contencioso abierto entre el antiguo y el actuar gestor de los amarres del Moll de Llevant y llegaron a solicitar la mediación de APB, aunque el ente gestor del puerto se mantuvo al margen de las relaciones laborales del personal contratado por los operadores.