El pasado día 7 se cumplió el 200 aniversario del fallecimiento del almirante de la Royal Navy Cuthbert Collingwood. Con el objetivo de rendir homenaje a su memoria, la Asociación Menorca Britannia ha organizado una serie de actos entre los que destaca la presentación del busto del almirante cuya ubicación será la Illa del Rei, en un punto estratégico en dirección a la residencia de Collingwood, el actual hostal Almirante. Otro emblema es el buque de la Royal Navy HMS Monmouth que recaló ayer por la mañana en el puerto de Maó con motivo de esta efeméride y que surcará de nuevo los mares el próximo lunes por la mañana.
La vida de Collingwood estuvo marcada por su pasión por la náutica. A los once años ya se enroló como voluntario a bordo de la fragata HMS Shannon bajo el mando de su primo.
Su talento, su pensamiento estratégico y su lógica naval le llevaron a formar parte de la marina británica durante más de 40 años. Tras intervenir en las batallas de San Vicente (1797) y Trafalgar (1805) -en la que sustituyó a Nelson en la escuadra inglesa-, fue puesto al mando de la expedición en el Mediterráneo. La Royal Navy, con base en Malta, tenía prohibido el uso del puerto de Maó, imprescindible para el escuadrón británico en su misión de bloqueo de la escuadra francesa con base en Tolón. Pero cuando Napoleón secuestra a la familia Real consigue el levantamiento de los españoles contra los franceses y su alianza con los ingleses. Según explica el coronel Francisco Fornals, Collingwood vino a la bocana del puerto para hablar con el gobernador e iniciar una alianza entre Gran Bretaña y España y derrotar a Napoleón. "Antes de convertir la alianza en realidad, el pacto ya se había hecho efectivo en nuestro puerto de Mahón". Es por ello que Fornals señala a Collingwood como el precursor del acuerdo entre estas dos potencias, una alianza decisiva para derrotar a Napoleón en la Guerra de la Independencia. Fue entonces cuando la Royal Navy empleó el puerto de Maó como base naval. Collingwood enferma y es aconsejado permanecer en tierra firme. Es por ello que ubica su residencia en el actual hostal del Almirante.
Según explica uno de los miembros de Menorca Britannia, Bryce Lyons, "los buques de Collingwood protegieron al barco que trasladó el órgano de Santa Maria hasta Menorca" de aquí que los 200 años del fallecimiento del almirante coincidan con el bicentenario del órgano de Santa María.
El almirante moría a bordo del Ville de Paris el 7 de marzo de 1810 a sólo unas millas de Maó. Fornals puntualiza como anécdota que Collingwood tenía un gran aliado, Bounce, su perro "quien le adoraba". Además de resaltar que "fue una persona con un comportamiento humano admirable".
Por otra parte, se prevé que el lunes lleguen desde Newcastle tres robles que se plantarán en Es Castell. Este galardón fue entregado a la Asociación Menorca Britannia como recuerdo de la ciudad natal del almirante. El obsequio se debe al interés de Collingwood por las plantaciones de árboles para la fabricación de fragatas con madera de la mejor calidad. De las plantaciones que Collingwood promovió y que aún se conservan, las de las poblaciones de Tyne, Newcastle y Morpeth han querido que Collingwood fuera simbolizado con estos robles. Cabe indicar que representantes de estas tres poblaciones se encuentran en la Isla para conmemorar al oficial naval.
Asimismo, otro de los guiños a la memoria de Collingwood se refleja con la llegada del buque de la Royal Navy, la fragata HMS Monmouth para solemnizar la efeméride. La nave fue botada en 1991 siendo el navío con más honores de la flota de la armada británica. Se le conoce con el nombre de "El duque Negro". Se le reconoce por la bandera negra que ondea en el navío, además de su nombre escrito en ese color y la enseña oficial. La fragata se podrá visitar mañana de 13 a 15 horas.