No hay lugar de trabajo más seguro y estable que el de funcionario. Esta premisa está cada vez más extendida en una sociedad azotada por una crisis económica que se ha cebado con las pequeñas empresas, pero que apenas ha supuesto cambios para los trabajadores de las administraciones públicas, que como mínimo no han visto peligrar su continuidad laboral. Por ello, cada vez son más las personas que quieren entrar en el cuerpo de funcionarios, y la prueba es lo que está pasando en el Ayuntamiento de Ferreries.
Hace unos meses, una auxiliar administrativa del Consistorio trasladó su residencia a la Península, y con ello dejó vacante una plaza. Ante esta situación, el Ayuntamiento de Ferreries decidió sacar a concurso público este puesto de trabajo, y la respuesta se ha presentado en forma de alud: 84 candidatos para tan sólo una plaza. Bueno, tras el primer filtro, seis de estos candidatos no han sido admitidos, con lo cual "solamente" quedan 78 aspirantes para una plaza.
"Cada vez son más los que se dirigen a nuestras academias para recibir la formación necesaria para presentarse a unas oposiciones", explica Francisco Asensi, delegado en Menorca de la Asociación Balear de Academias de Enseñanza. De hecho, la demanda es tal que algunos centros desplazan profesores expresamente desde centros especializados de Mallorca para formar a los alumnos menorquines en todo aquello necesario para optar a una plaza de funcionario público.
La fiebre por entrar en las administraciones públicas hace que muchas personas se preparen incluso sin saber si hay convocado algún concurso público, algo que antes no pasaba, explica Asensi.
¿Y qué necesita una persona para presentarse a unas oposiciones? Asensi responde que los alumnos solicitan formación en informática, pero ya no nociones generales, sino conocimiento más profundo. Además, en las academias se dispone de exámenes que han salido en anteriores ocasiones para así entrenar a los alumnos.
UNA TENDENCIA IN CRESCENDO
La concepción del funcionariado como reserva tranquila en un mar laboral muy agitado es algo que desde PIME ya habían pronosticado años atrás, y que se está cumpliendo. El secretario general de la patronal, Pau Seguí, explica que "la mayoría de los empleos actuales son poco estables y no están muy bien retribuidos", con lo cual es lógico que los trabajadores idealicen los puestos de funcionariado y quieran acceder a ellos.
De hecho, Seguí pronostica que esta situación irá cada vez a más. "Los empleos que pueda ofrecer el sector servicios serán cada vez más estacionales, y en demasiadas ocasiones con duraciones inferiores a seis meses. Una persona no puede pensar en vivir todo el año trabajando solamente cuatro meses, y esto es algo que debemos plantearnos muy seriamente", explica el secretario general de PIME. Esta realidad es la que está derivando a tantas personas, sobre todo jóvenes, hacia el horizonte del funcionariado.
No obstante, Seguí avisa: el funcionariado también tiene su límite, y no podrá absorber ni mucho menos toda la demanda. De hecho, el secretario general de la patronal entiende que la actual estructura de funcionariado en la Isla está ya sobredimensionada. Argumenta su percepción en el hecho de que Menorca cuenta con mayor número de empleados públicos que Eivissa, y esto a pesar de tener menos población que la isla pitiusa.
Además, Seguí recuerda que el Gobierno central ya ha anunciado un recorte drástico en la convocatoria de nuevas plazas públicas. Con el objetivo de recortar el déficit del Estado, incrementado de manera espectacular tras las medidas implantadas para intentar atajar la crisis desde el sector público, desde Madrid se ha anunciado que las convocatorias se reducirán de manera muy notable, algo que se notará en breve.
Este anuncio, no obstante, no hará sino incrementar, con toda seguridad, el número de personas que opten a cada uno de los concursos para cubrir alguna plaza de funcionario en Menorca. Estabilidad y sueldo garantizado es buena receta para vivir tranquilo de por vida.