Menorca es la isla en la que menos influencia tienen los casos de corrupción a la hora de provocar indecisión en el voto o abstención. Es una de las conclusiones que se extraen de la última encuesta de intención de voto al Parlament balear realizada por la Fundación Gadeso, que apunta precisamente la escasa incidencia de los escándalos de corrupción política en el electorado. Según explicó ayer el director de la entidad, Antoni Tarabini, "se percibe que en Menorca el voto está más decidido y hay una mayor estabilidad, también es la isla que históricamente ha registrado una mayor participación". Así, un 47,6 por ciento del electorado menorquín ya tendría decidido su voto en las próximas elecciones autonómicas, frente a una media balear que se sitúa en un 41,3 por ciento.
El barómetro indica que si las elecciones se celebraran ahora, los resultados en Menorca no variarían, con seis escaños para el PP, otros seis para el PSOE y uno para la coalición PSM-Verds, un recuento que se podría extrapolar a la composición del Consell ya que, tal y como señaló Tarabini, "es muy difícil que se dé un voto diferente" teniendo en cuenta que las elecciones a la Corporación se celebran a la vez que las de la Cámara balear. No obstante, el director de Gadeso indicó que la encuesta revela "tendencias", no tan significativas como para cambiar el resultado en escaños, debido a la Ley d'Hont, pero que indican un ligero aumento del PP, pese a que "le falta liderazgo" y un descenso del PSOE, que acusa cierto "agotamiento" y las "batallas" por diferenciarse de PSM-Verds que, sin embargo, sigue sustentado por un voto absolutamente fiel.