Han pasado 50 años desde que los padres de Manolo Escalona abrieron el Bar Andalucía. Por aquel entonces, este andaluz de nacimiento tenía tan sólo 14 años, pero le sobraban ya entonces las ganas de trabajar y arrimar el hombro en el negocio familiar.
Trabajó con sus padres hasta que éstos murieron, y desde hace casi treinta años ha estado él al frente del negocio.
¿Por qué ha decido avanzar su jubilación?
Pues porque he cumplido 64 años y este año precisamente se cumple el medio siglo del bar. Era un buen momento.
¿Cómo es irse, después de tanto tiempo y tantas historias vividas en el mismo sitio?
Siento mucho dejar este lugar, que es, al fin, donde he crecido. Porque en 50 años he conocido a muchísima gente, y el Bar Andalucía, más que un bar, ha sido la casa de muchos amigos.
¿Qué hará ahora?
Me voy a Andalucía, a Córdoba, donde me estoy arreglando una casa. Yo soy sevillano, así que se puede decir que vuelvo a casa.
¿Por qué no se queda aquí, que es donde ha pasado gran parte de su vida?
Porque he trabajado mucho toda mi vida. Necesito descansar, conocer otros lugares, y España ofrece un margen maravilloso. No hace falta irse fuera del país para descubrir. De todas formas, aunque me vaya, volveré a visitar a los amigos y a la familia.
¿Qué se lleva del Bar Andalucía?
Me llevo muchos recuerdos de familia, amigos, medios de comunicación, etcétera. En esta esquina siempre se ha parado a tomar algo gente interesante; era la casa del "famoseo" de Menorca.
¿A qué personajes recuerda con más cariño?
Uf! A muchos. Hoy mismo ha venido por aquí el novelista holandés Cees Nooteboom a despedirse y me ha regalado un libro. Yo más que camarero, he sido relaciones públicas.
¿A quién ha servido usted más cafés?
¡La lista es tan larga! Iñaki Gabilondo, Lola Carretero, Salvador Clotas, Carlos Carnicero, Alfonso Guerra, Isabel Pantoja, Mercedes Milà, Joan Manuel Serrat, etcétera. ¿Sigo?
¿Y ahora que usted se va, qué pasará con el Bar Andalucía?
Le dejo el bar a mi sobrino, que será el encargado de empezar una nueva etapa. Espero que sea tan valiente y constante como yo. La escasez de trabajo en estos momentos es evidente, y éste es un gran reto. Pero mejor él que nadie, que ya conoce el bar porque ha trabajado aquí y conoce también la clientela.
¿Cuándo es su último día?
Hoy (ayer). A principios de la semana próxima me voy a Córdoba, pero volveré. Además, yo siempre dejo una puerta abierta, aunque cierre ésta. Siempre estaré para cuando me necesiten.