La visita del secretario de Estado de Medio Rural y Agua del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM), Josep Puxeu, a la planta desalinizadora de Ciutadella en la mañana de ayer no sirvió para despejar las dos incógnitas que planean sobre dicha instalación, es decir, su fecha de entrada en funcionamiento y el precio que se habrá de pagar por el litro de agua desalada. El Ministerio de Medio Ambiente envió ayer tarde un comunicado en el que se hacía eco de la previsión de que "el periodo de pruebas comience antes de finalizar el año", como ya se había anunciado con anterioridad. La nota de prensa añade que "una vez hecho el programa de explotación podrá entrar en servicio", sin especificar los plazos con más concreción. Lo que sí se refleja en el comunicado es que "se ha cumplido el compromiso con el Ayuntamiento de finalizar las obras de captación antes del verano".
Durante su visita, Puxeu estuvo acompañado por la directora general del Agua del MARM, Marta Moren, el director general de Desarrollo Rural, Jesús Casas, y el presidente del Consell, Marc Pons. Además, también se desplazaron hasta las instalaciones la alcaldesa de Ciutadella, Pilar Carbonero, y el director insular de la Administración General del Estado, Javier Tejero. Sin embargo, no fue invitado a la cita el regidor responsable de Aguas en Ciutadella, Josep Mascaró, quien reconoció ayer a este diario no entender por qué no se le había convocado ni al menos informado. El concejal señaló que con anterioridad, en dos ocasiones, ya se había interesado por visitar las instalaciones.
Incógnitas
Por su parte, Mascaró confirmó que en lo que se refiere a la información que llega al área que dirige, a día de hoy no tienen una fecha prevista para la entrada en funcionamiento de la desalinizadora. Finalmente, el concejal concluye que también se desconoce el precio que se habrá de pagar por el consumo de agua desalada.