La relación entre diferentes edificios coloniales construidos en Menorca, durante la dominación inglesa, constituyó el origen de un estilo arquitectónico cuyo objetivo fue evocar el patriotismo y reafirmar la superioridad logística y científica del imperio británico.
Es la teoría que mantiene la historiadora y experta en arquitectura Ann-Marie Akehurst, en un artículo que será publicado este mes en la revista académica "Architectural History" y en el que además desvela sus investigaciones sobre el hospital de la Illa del Rei, con la publicación del plano del primer diseño de un edificio que tuvo una importante influencia en otros hospitales construidos en Inglaterra en el siglo XVIII.
El plano reproduce el diseño original del hospital de la Illa del Rei tal y como aparecía entre la fecha de su construcción, en 1711, y la de su reconstrucción, en 1715, tras el derrumbe de la capilla central. Bajo el título "The Hospital de la Isla del Rey, Minorca: Britain's Island Hospital", Akehurst argumenta que el diseño del edificio incorporó tanto prácticas arquitectónicas modernas de la época como materiales locales y el tradicional pórtico cubierto. La historiadora demuestra la proximidad del diseño del hospital al pensamiento arquitectónico contemporáneo de Sir Christopher Wren, John Vanbrugh y Nicolas Hawsmoor en Londres, durante la época de su construcción.
La autora del artículo sugiere que el ingeniero-jefe militar, Michael Richards, quien trabajó en Barcelona y en Menorca, donde inspeccionó el puerto en 1712, probablemente contribuyó al proyecto de la Illa del Rei.
Asimismo Akehurst demuestra que los arcos planos, que forman la columnata, son típicos de las antiguas edificaciones menorquinas y fueron construidos por artesanos cualificados catalanes.
El artículo sugiere que la aparición del hospital fue destacada y lanzaba tres mensajes a tres públicos diferentes.
Por un lado, para la población local pretendía ser una afirmación de la superioridad logística y tecnológica británica, y un emblema de una sociedad marítima y humanitaria que cuidaba a sus marinos. Para los marineros británicos, por otro, la combinación de estilos y de formas arquitectónicas evocaba Greenwich –la ciudad referente del nuevo imperio marítimo y de la ciencia-, mientras que, por último, para la sociedad en Inglaterra, pretendía reafirmar que todo funcionaba bien en la colonia, sugiriendo una relación armoniosa entre la población local y las fuerzas ocupantes.
Diseños
Una lámina de 1763 muestra las modificaciones realizadas en 1715 después del derrumbe de la torre de la capilla central del complejo de la Illa del Rei.
La historiadora compara en su estudio los dos diseños y confirma la opinión de que buena parte de las construcciones existentes se conservaron, soportadas por contrafuertes y una bóveda interior –lo cual se considera el resultado de la pericia catalana en arquitectura abovedada-. Ann-Marie Akehurst descubre el cambio de apariencia de la capilla –de un pórtico clásico con frontis a una torre y una cúpula-, reflejando estrechamente el pensamiento de un retorno al diseño eclesiástico en Inglaterra, donde cincuenta nuevas iglesias se construyeron en Londres bajo la orientación de Hawksmoor.
Nuevo estilo
El artículo de Akehurst trata sobre el desarrollo de un estilo arquitectónico británico ligado al imperio que se expandió durante los siglos XVIII y XIX y que ocupó buena parte del mundo.
La autora del estudio recuerda que Gran Bretaña se unió como nación en 1707, sólo un año antes de que los británicos tomaran Menorca de manos de los franceses. Asimismo señala que se había afirmado que no existía un estilo imperial definido, sino una diversidad de estilos arquitectónicos, todos derivados de los modelos clásicos tan populares en Inglaterra.
La historiadora sugiere que fue en las relaciones dialécticas entre un número de edificaciones coloniales, construidas en Menorca, donde un nuevo estilo retórico emergió y que estuvo dirigido, a través de reimaginar Inglaterra –y particularmente Greenwich-, a evocar patriotismo, conmemorar la monarquía británica y anunciar un sofisticado nivel de competencia científica y logística que permitía a los colonizadores gobernar lejos de su hogar.
Libro en preparación
La historiadora Ann-Marie Akehurst, vinculada a Menorca desde hace más de 25 años por la amistad que mantiene con la familia Seguí, trabaja en la actualidad en un libro titulado "Architecture and Philanthropy in Eighteenth Century York", y también está recopilando material para un nuevo proyecto dedicado a la Isla que llevará por título "A Theatre of Empire: British Architectural Interventions in Menorca 1708-1802".