Autoficha
Me llamo Irina Fuhrmann Verdaguer y tengo 37 años. Nací en Barcelona pero vivo en Ciutadella. Soy periodista pero actualmente me dedico a impartir clases de yoga. En breve me iré a África (Chad) para trabajar con la ONG Intermón Oxfam y escribir sobre la realidad de la zona. Mis aficiones son pasear por la naturaleza, bailar, leer, hacer deporte (buceo, natación, jogging, catamarán, esquí), y viajar.
¿Qué le animó para instalarse en la Isla?
Hacía tiempo que conocía Menorca gracias a unos amigos, también profesores de yoga, que vivían aquí y que en 2003 crearon el centro de Yoga Ananda en Ciutadella. Cuando mi trabajo de periodista en la Península me lo permitía, venía a pasar algunos meses, coincidiendo con sus vacaciones. Al inicio del verano pasado, uno de mis amigos falleció. Yo estaba de vacaciones en Laos, y al recibir la noticia sentí que mi próximo destino sería Menorca. Quise instalarme en la Isla por una temporada larga, profundizar en la enseñanza del yoga, echar una mano a mi amiga y su familia y experimentar una vida mucho más tranquila que la que llevaba hasta entonces, concretamente en Madrid.
¿En qué consiste su trabajo?
Llegué en noviembre y me di cuenta de que este iba a ser un año de vida interior. Clases de yoga, meditaciones, lecturas, escritura, pintura, danza... Parte del día se iba con el yoga: preparar las clases, practicar por mi cuenta, ayudar en la gestión del centro, etc... Luego busqué un lugar donde bailar. Me gusta el movimiento expresivo, el contacto, la danza contemporánea y, finalmente di con un grupo que se reunía en Maó para hacer "jams". Fue muy estimulante y a partir de ahí surgieron otras propuestas de cursos y encuentros. Además, se me ocurrió la posibilidad de ir a ver salir el sol a una playa virgen y practicar yoga junto al mar. Esta propuesta requería más compromiso, pues salíamos a las cinco de la mañana pero la Isla tiene paisajes maravillosos y la magia de hacer yoga al amanecer es una experiencia inolvidable.
¿Cuáles son sus planes próximamente?
He recibido una propuesta muy interesante para volver al mundo del periodismo. Me voy a África, al Chad, con la ONG Intermón Oxfam. Voy a trabajar recopilando información sobre lo que está ocurriendo en ese país, inmerso en una crisis crónica propiciada por la inestabilidad política, los enfrentamientos armados en la frontera y la falta de recursos naturales. El objetivo es que los medios de comunicación se hagan eco de este drama y nos ayuden a sensibilizar a la población sobre la situación crítica en la que viven miles de chadianos y de refugiados sudaneses, quienes, huyendo del conflicto de Darfur, se encuentran también en el país. Parte de mi labor será de presión política y sensibilización para garantizar unos mínimos de seguridad a la población y facilitar el retorno de los afectados a sus localidades de origen. Un reto que afronto con muchas ganas.