La Diócesis menorquina quiere que a finales de este año se produzca un punto de inflexión en la construcción del aparcamiento subterráneo de La Pau, en Ciutadella. Por esa fecha, el Obispado quiere tener decidido quién construirá y explotará la infraestructura, y para ello cuenta ya con nueve empresas interesadas en el proyecto.
Esta misma semana o la próxima, la Diócesis hará llegar a todos los posibles constructores la documentación exhaustiva del proyecto, tales como planos, documentación técnica y también un pliego de condiciones mediante el cual se formalizaría la relación entre la empresa y el Obispado, propietario de los terrenos en donde se ubicará el nuevo aparcamiento subterráneo. La Diócesis tiene claro que, dado el elevado coste de construcción de un aparcamiento subterráneo, la fórmula escogida será la de permitir a la empresa constructora que explote comercialmente el aparcamiento durante un determinado periodo de tiempo. La duración de este plazo será uno de los puntos a negociar con las empresas candidatas a explotar el aparcamiento, y por tanto uno de los puntos, además de la oferta económica, que puede decantar la balanza hacia una u otra aspirante.
De los nueve candidatos a construir y explotar el futuro parking, dos empresas son menorquinas, tres de Mallorca, dos de Barcelona y dos más de Valencia, según informan desde la Diócesis. El proyecto ha despertado un notable interés entre los constructores, aspecto que se valora muy positivamente desde el Obispado, puesto que así habrá mayor margen para la negociación y para hallar una oferta que cumpla todas las expectativas del proyecto.
Obispado y Ayuntamiento de Ciutadella firmaron un convenio de colaboración, mediante el cual el Consistorio modificaba el Plan General para permitir la construcción del aparcamiento subterráneo, a cambio de que la Diócesis cediera el uso de la superficie exterior de la plaza, que resta por definir, y para el cual se ha barajado un posible recinto ferial o la estación de autobuses.