La sociedad Immobles Quintana SA, propietaria de una parcela en la ribera norte del puerto de Maó, ha puesto en conocimiento de la Fiscalía las presuntas y "numerosas irregularidades" que, a su juicio, se observan en las obras efectuadas por los cantantes Víctor Manuel y Ana Belén en su chalé de La Solana, en la zona conocida como S'Altra Banda.
Fuentes de la compañía mercantil consultadas por este diario confirmaron este extremo y se mostraron dispuestas a llegar hasta el final del asunto: "Estos señores han venido haciendo reiteradamente lo que les ha dado la gana, pero hasta aquí".
La gota que ha colmado el vaso de la paciencia de la entidad vecina ha sido la construcción de una piscina por parte de la pareja en una porción de terreno anexa a su chalé. Una obra que se habría realizado, según esta sociedad, vulnerando la ley y ante la mirada de complicidad del Ayuntamiento de Maó.
La inmobiliaria sostiene que la licencia de obras que permitió a la pareja de cantantes construirse la piscina se apoyó en una resolución del Consell que lleva siete años caducada. Según la sociedad, el Ayuntamiento no podía haber otorgado la licencia al matrimonio sobre la base de este documento, sino que debería haber reclamado un nuevo informe del Consell.
La Demarcación de Costas, que recibió sendos escritos de denuncia los pasados meses de mayo y junio, dio traslado de los hechos a la institución menorquina, al entender que es este organismo el competente para actuar en la zona de servidumbre de protección. A él se ha dirigido ahora Immobles Quintana, que en un nuevo escrito fechado el pasado 10 de noviembre, denuncia ante el Consell la obra promovida por los cantantes.
En este escrito, la sociedad sostiene que se ha pretendido dar amparo legal a la construcción de la piscina sirviéndose de una autorización del Consell de 2003 que ya habría caducado si se tiene en cuenta que la resolución dictada en su día por la consellera de Ordenación del Territorio, Maria Lluïsa Dubón, tenía una validez de sólo seis meses.
Para los denunciantes, este hecho hace que la licencia municipal deba ser considerada "nula de pleno derecho". Pero hay más, a juicio de esta sociedad. La licencia no sólo habría caducado, sino que estaría, además, "viciada", dado que "en aquella fecha" la porción de terreno sobre la que se proyectó la obra "además de ni tan siquiera existir, no era propiedad de los solicitantes" (Víctor Manuel y Ana Belén habrían comprado el solar el 24 de agosto de 2009 a Promociones Urbanísticas de Maó).
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Tur descarta que sea necesario un nuevo informe y defiende el papel del Consistorio
El alcalde de Maó, Vicenç Tur, aseguró a "Es Diari" estar "absolutamente tranquilo" con la forma de proceder del Ayuntamiento en este expediente. En este sentido, explicó que desde que los cantantes obtuvieron la licencia, se han hecho dos actas de replanteo y tres inspecciones de obras, y que a día de hoy se han corregido todas las irregularidades detectadas por los servicios de inspección municipales. En concreto, explicó que se ha obligado a los promotores a hacer un retranqueo de unos 40 centímetros y a corregir la altura del cerramiento, que, según el Plan General, puede ser de sólo 80 centímetros más dos metros de brezo.
Según el edil socialista, la pareja de cantantes ha tenido que escalonar la pared para que la media se atuviera a los 0,8 metros que permite como máximo el planeamiento. Tur explicó que contrariamente a lo que indica el denunciante, estos aspectos de la obra ya han sido corregidos para atenerse a la legalidad, y que los cantantes ya han presentado el proyecto modificado que se les exigió.
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