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El cadáver corresponde al de un niño de entre 10 y 13 años

En el interior había revistas infantiles en español y cromos

La maleta con los huesos fue localizada en esta zona de Binidalí.

| Maó |

Las primeras investigaciones realizadas por la Policía Nacional y, a falta del informe del Anatómico Forense de Palma, concluyen que los restos óseos hallados en el interior de una maleta escondida en unos arbustos entre Binidalí y Cap den Font corresponden a un varón preadolescente, de entre 10 y 13 años, que había fallecido hace entre uno y tres años y cuyo cuerpo se descompuso dentro de esta maleta, donde también se encontraron revistas infantiles de cómic en castellano, así como cromos, lápices de colores y una araña y un escorpión de juguete dentro de un cristal de metacrilato.


Así lo ha informado en una rueda de prensa la portavoz de la Policía Nacional en Balears, Janka Jurkiewicz, quien ha señalado que, una vez se analicen los huesos, estos se enviarán a la Sección de Antropología de la Comisaría General de la Policía Científica de Madrid, con el fin de realizar las pruebas de ADN y determinar la identidad del menor.

De esta manera, se conocerá si los restos óseos pertenecen a algún menor desaparecido en los últimos años en España o en el extranjero, teniendo en cuenta que cada vez que desaparece una persona, la Policía recoge restos de ADN de la misma y los introduce en una base de datos. No obstante, Jurkiewich ha recordado que no existe ninguna denuncia respecto a la desaparición de ningún menor en Baleares.

Por otro lado, ha manifestado que el anatómico forense intentará determinar la edad exacta del menor, el sexo y las posibles causas de la muerte, si bien ha indicado que en el interior de la maleta, que era de color rojo y de tela, se hallaron un chándal, unos vaqueros, unas bermudas y una camiseta de manga corta, que corresponderían a un varón de entre 10 y 13 años.

Asimismo, ha apuntado que, pese a que el cuerpo llevaba fallecido entre uno y tres años, aún se han podido encontrar restos orgánicos, que aún no se habían descompuesto, si bien ha apuntado que aún se tiene que analizar si el cuerpo fue descuartizado, aunque todo apunta a que no falta ningún hueso.

"Hay muchas hipótesis y no se puede descartar ninguna", ha recalcado, al tiempo que ha recordado que la investigación la está llevando a cabo el Grupo de Homicidios de la Policía Nacional, en coordinación con la Comisaría de Maó y la Comisaría General de Madrid, después de que el pasado 24 de noviembre dos personas que estaban paseando encontraran la maleta con los restos óseos de un ser humano, que estaba escondida en unos matorrales en una finca de Binidalí.

Se descarta una exhumación

Jurkiewicz ha destacado el hecho de que el cuerpo se haya descompuesto en el interior de la maleta de viaje, lo que significaría que no se han recogido los huesos de algún lugar para depositarlos en la maleta, sino que llebaban ahí desde que falleció el menor, por lo que se descarta una exhumación de un cadáver.

Sin embargo, ha precisado que esto tampoco significa que haya muerto en el interior de la maleta, sino que pudo haber fallecido antes y haber sido, posteriormente, introducido en la misma, teniendo en cuenta que es de un tamaño suficiente como para que las compañías aéreas obliguen a facturarla.

Finalmente, ha desvelado que la maleta, que se encontraba escondida en un lugar a la sombra, tenía algunos orificios, causados por animales que la habrían rasgado atraídos por el olor del cadáver, con el fin de alimentarse.

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