El Camí de Cavalls será conocido a nivel europeo como GR-223. Esta será la denominación técnica de la ruta histórica menorquina tras ser homologada como Sendero de Gran Recorrido por la Federación Española de Escalada y Montañismo, lo que permitirá su inclusión en la Red Europea de Caminos.
"Este nombre, que ahora nos suena a chino, irá cogiendo fuerza con el tiempo", señaló ayer el presidente del Consell, Marc Pons, durante una vista a las actuaciones que se están desarrollando en la zona de la Torre Vella, en el término municipal de Alaior.
Los mojones que señalan el sendero ya disponen de una placa identificativa que indica que el Camí de Cavalls es una ruta europea homologada, todavía de manera provisional. En este punto, Pons reconoció que la ratificación definitiva no se dará hasta que finalice la tercera y última fase de los trabajos, aproximadamente durante el primer trimestre de 2012.
Actualmente se están llevando a cabo los trabajos incluidos en la segunda fase del proyecto de acondicionamiento del camino, con un presupuesto de 880.000 euros financiados en su mayor parte por el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino.
Una de las actuaciones destacadas es la construcción de cuatro puentes de madera en las zonas de Sa Torre Vella, Trebalúger, Montefí y Alfurinet, que permitirán salvar el curso de algunos torrentes, según explicó el conseller de Ordenación del Territorio, Joan Marqués.
Asimismo, se continuarán llevando a cabo labores ya iniciadas durante la primera fase de los trabajos como la instalación de barreras "de cop", la colación de portillos y rampas de acceso y la reparación de los muros de pared seca, entre otras.
EXPERIENCIA
"Hasta el momento teníamos un Camí de Cavalls diseñado sobre planos y ahora podemos ir avanzando desde la experiencia del uso", remarcó Marqués. En este sentido se han incorporado algunas actuaciones no previstas inicialmente y que pretenden que la ruta sea más accesible para todos los usuarios.
Marqués recordó que con motivo de la BBT, se desbastaron las puntas de las rocas del camino en la zona de Es Talaier para evitar que se las ruedas de las bicicletas pudieran atascarse. "Esta iniciativa resultó satisfactoria y valoraremos su aplicación en otras zonas del itinerario".
Por otro lado, la segunda fase del proyecto incluye también la instalación de carteles verticales que indiquen la dirección a seguir en algunos puntos de la ruta, una necesidad detectada por los técnicos de la Federación de Escalada y Montañismo que asesoran a la administración insular.