Autoficha
Me llamo Francisco Emilio Peralta Nagua y tengo 43 años. Nací en Quito, Ecuador, pero vivo en Menorca desde hace seis años con mi mujer y mis tres hijos. Soy pintor, pero en la actualidad estoy en el paro. Mi principal afición es el deporte, en concreto, el fútbol.
¿Cómo y cuándo nació la Unión Deportiva Ecuatoriana?
Nació hace cinco años, cuando empezaron a disputarse en la Isla partidos de fútbol informales entre inmigrantes. Pensamos que sería una gran idea formar una asociación para organizar campeonatos.
¿Qué balance hace, como presidente, de estos cinco años?
Muy bueno. Hemos conseguido integrar a la gente de fuera a través del deporte. Nos ha servido de ayuda para relacionarnos.
¿Quién tiene cabida en su asociación?
Está formada mayoritariamente por ecuatorianos, pero está abierta a todo el mundo que quiera practicar deporte. En los campeonatos tanto femeninos como masculinos que organizamos cada verano en el campo del Menorca participan 12 equipos femeninos y 22 masculinos formados por gente de Bolivia, Argentina, Uruguay, Colombia o Marruecos. También hay menorquines.
¿A cuánta gente engloba la asociación en la actualidad?
En la junta somos siete miembros. Los socios alcanzan los 100, pero la asociación engloba de una manera u otra a unas 400 personas.
A parte de los eventos deportivos, ¿qué otras actividades organiza la asociación?
Intentamos hacer eventos de tipo cultural. Por ejemplo, cada año celebramos la fiesta de nuestra patrona, La Santísima Virgen de Quinche. Además, en Navidad colaboramos en eventos solidarios. Uno de nuestros objetivos es dar a conocer nuestra cultura.
¿Cree que los menorquines conocen la cultura ecuatoriana?
Cuesta mucho que conozcan nuestra cultura y nuestra forma de ser. Los menorquines y los ecuatorianos somos muy diferentes. La gente de aquí es, en general, muy amable y acogedora, pero van muy a lo suyo. Además, el idioma suele resultar un problema.
¿Cómo llegó a la Isla?
Vine por primera vez hace 11 años, directamente de Ecuador. Pero mi mujer estaba en Madrid, así que me fui para allá. Estuvimos allí 5 años. Pero luego decidimos regresar a Menorca.
¿Piensa en volver a su país algún día?
No. Mi deseo es vivir en Menorca. Mis hijos ya han crecido aquí y estamos muy contentos con nuestra vida actual. Queremos que la Isla se convierta en nuestra segunda tierra.