Autoficha
Me llamo Jaume Gomila Saura y tengo 35 años. Nací y vivo en Maó y soy gestor escénico y audiovisual. Apenas tengo tiempo para aficiones porque paso la mayor parte de la semana en Eivissa trabajando en un instituto, pero me encanta viajar, el teatro y todo aquello relacionado con lo audiovisual. También pertenezco a la compañía La Clota-Moll Oest, en la que soy actor esporádico.
¿Cuándo se dio cuenta de que lo suyo era el mundo del teatro?
Lo he vivido desde siempre en casa. Cuando me fui a estudiar a Barcelona, aunque opté por las letras, siempre lo relacioné con el mundo del teatro y la interpretación, hasta que vi que eso era lo que me llenaba. Mi profesión no es tan conocida. Se basa en descubrir qué es lo que conviene hacer en los proyectos, qué estructuras se necesitan, plataformas...
Dice que pasa la mayor parte de la semana en Eivissa, ¿cómo es su día a día?
Trabajo en el IES Quartó de Portmany, en Bachillerato de Artes Escénicas. Una parte del día la dedico a la docencia; la otra, a gestionar proyectos audiovisuales y escénicos. Lo más gratificante es ver cuando los proyectos se realizan tras un largo proceso. Lo que menos me gusta es lidiar con las dificultades que puedan surgir.
¿Qué piensa del panorama escénico menorquín?
Creo que existe mucha formación y creatividad, pero lo que la Isla necesita es una iniciativa profesional potente, que reúna a los talentos y los canalice. Estamos ante el reto de la profesionalización y ya sabemos que Menorca no tiene la suficiente población y que resulta caro debido a nuestra localización, pero tenemos que ser capaces de mantener ese teatro profesional y contar con las islas vecinas.
Además de su trabajo, también es actor en la compañía La Clota.
Sí, aunque esporádicamente. Interpretar me gusta mucho y, de hecho, quería ser actor, lo que pasa es que no me gustan los castings. Lo de esperar a que me llamen no me va, prefiero autogestionarme. He tenido muy buenas experiencias en manos de Pitus Fernández, que es un maestro. Además, el trabajo en equipo y la respuesta del público hacen de actuar algo verdaderamente agradable.