El industrial Valeriano Allés Canet solicitó ayer a la alcaldesa de Ciutadella, Pilar Carbonero, que ordene la «inspección de la totalidad de la finca Sant Llorenç» donde reside el concejal y presidente de UPCM Joan Triay.
Allés pidió a la primera edil «la inspección de la finca rústica a efectos de comprobar la existencia de la piscina, así como la comprobación, una vez sea puesto de manifiesta su existencia, de las correspondientes autorizaciones administrativas para su realización, al tratarse de construcción en suelo rústico».
En un escrito que tuvo entrada en el registro municipal, al que ha tenido acceso esta redacción, Allés Canet explicó haber tenido conocimiento que «por parte de don Juan Triay Lluch, en la finca Sant Llorenç, sita en el Camí de La Trinitat, ha construido una piscina sin contar con las correspondientes autorizaciones administrativas, según además ha hecho público el mismo denunciado en los diarios de Menorca».
De «ser cierto lo manifestado por el propio denunciado, existencia de una construcción en rústico sin las preceptivas autorizaciones, se incoe el correspondiente expediente sancionador», reclama Valeriano Allés.
A continuación pide que «se determine la posibilidad de legalización de la construcción ilegalmente realizada para, en caso negativo, ordenar la restitución de la legalidad urbanística procedente, mediante la demolición de lo ilegalmente construido». Otras peticiones consisten en informar al Consorcio de Disciplina Urbanística de Suelo Rústico, y extender la inspección a tota la finca «para descartar la construcción ilegal de cualquier otra obra».
Alude concretamente Valeriano Allés al «aumento de volúmenes, nuevas construcciones añadidas al edificio principal, terrazas y soláriums, en la finca rústica para, en su caso, actuar conforme a derecho».