Cuando se abordan cuestiones como la búsqueda de soluciones al problema del transporte aéreo que sufre Menorca, algunas voces hablan de la discriminación de Balears respecto a Canarias, pero pocos saben que las islas menores de ambos archipiélagos soportan una discriminación similar en tarifas y frecuencias.
Es cierto que en Canarias la obligación de servicio público (OSP) incluye además de los vuelos interinsulares, los trayectos con la Península –una vieja aspiración de Balears– y que los residentes disponen el 50 por ciento de descuento (al igual que aquí), incluso que el carburante es más barato y las tasas son menores, pero la realidad es que estas ventajas apenas son percibidas por los cerca de 11.000 habitantes, por ejemplo, de la isla de El Hierro, cuando alguno de ellos se dispone a comprar un billete aéreo. Así, un trayecto de apenas media hora entre esta Isla y Tenerife cuesta 80 euros con el descuento de residente incluido.
El senador de Coalición Canaria por la isla del Hierro y portavoz del Grupo Mixto en la Cámara Alta, Narvay Quintero, se ha destacado estos años por su beligerancia en defensa de un transporte digno para las islas menores. Quintero se queja de que islas como El Hierro o La Gomera carecen de conexiones aéreas con otras islas menores y con la Península y sus habitantes se ven obligados a desplazarse a las islas capitalinas de Gran Canaria o Tenerife como paso intermedio. Reconoce, no obstante, que gracias a la OSP y al descuento de residente, un vuelo entre Madrid y Tenerife ronda los cien euros de media y si hay suerte puede salir por 50 euros.
Ahogan nuestro desarrollo
El problema, recalca, reside en el elevado coste de los vuelos entre las islas. "Para una economía insular como la de El Hierro que al igual que Menorca ya sufre la doble insularidad, pagar 80 euros por media hora de trayecto es demasiado caro, un precio que sin el descuento se eleva hasta los 160 euros. Esto no se entiende en unas islas que viven del turismo, con ese precio el turista prefiere quedarse en las islas mayores en lugar de viajar a El Hierro, por ejemplo", explica el senador. "Están ahogando el desarrollo socioeconómico de las islas y el principal motor del que viven, el turismo", agrega. Al respecto cabría destacar que un estudio que maneja la Plataforma El Transport Aeri Ofega Menorca, demuestra que en Balears, las tarifas que se pagan en Menorca son el doble que en Mallorca y el 52 por ciento más elevadas que en la Península.
Hay que cambiar la OSP
En opinión del senador, los cerca de 400 millones de euros que el Estado gasta en la bonificación por residente (en Balears 136, casi 200 millones en Canarias y el resto en Ceuta y Melilla), así como la declaración de servicio público deberían aplicarse de otra manera. Quintero recuerda que la OSP aprobada por Europa permite compensar las pérdidas economías a las compañías aéreas que realizan estos trayectos, pero curiosamente, resalta, desde su implantación ninguna ha declarado pérdidas. "Esto demuestra que el servicio público tiene algún fallo, que las tarifas aplicadas son muy altas y que se están engordando las cuentas de resultados de las compañías", comenta.
Al respecto, en Menorca la Plataforma ha denunciado en reiteradas ocasiones que el Govern dispone desde hace años de informes técnicos en los que se demostraba que las tarifas aéreas en Balears estaban hinchadas en unos 25 euros por trayecto.
El abuso de las compañías
El senador subraya que al igual que sucede en Menorca, el sucesivo incremento de los billetes ha fagocitado los incrementos en los descuentos de residente. Así relata como en 1996 un vuelo de 30 minutos entre El Hierro y Tenerife costaba alrededor de 72 euros con un 38 por ciento de descuento por residente. En 2011, con un descuento del 50 por ciento, el precio ha subido a 80 euros. "Quienes se benefician no son los usuarios, sino las compañías. La declaración de servicio público se puede cambiar fácilmente por el Consejo de Ministros, pero no hay intención".
Explica que el Estado puede baremar los precios de los trayectos y las frecuencias y es ahí donde hay que incidir "porque a mayor subvención, más beneficios para las compañías aéreas", advierte. "Las compañías suelen mandar informes al Gobierno justificando el incremento de las tarifas en las subidas del petróleo, pero en ninguno de los últimos diez años en los que se han registrado bajadas en el precio del crudo, hablo de 1998 y 2004, ninguna compañía se ha dirigido al Ministerio de Fomento para rebajar el precio del billete", se queja.
Agravios entre territorios
El senador lamenta que un viaje de 30 minutos en tren de Alta Velocidad entre Madrid y Segovia cueste apenas 18 euros ida y vuelta, y un trayecto también de 30 minutos entre El Hierro y Tenerife cueste 80 euros para un residente y 160 para un turista. "Nosotros no tenemos otras opciones, se está produciendo una competencia desleal entre territorios", asevera, siendo Balears y Canarias las comunidades más perjudicadas, por su insularidad.
Narvay Quintero insiste en que no es necesario "poner ni un euro más" para solucionar el problema del transporte en ambos archipiélagos, sino "redistribuir mejor" la subvención del descuento por residente favoreciendo a las islas menores, que soportan peores condiciones en precios y frecuencias por la falta de competencia. "Tenemos la herramienta del servicio público donde podemos tasar frecuencias y precios a las compañías, intentando que no pierdan pero que tampoco engorden a costa de los ciudadanos de las islas menores", señala.
Gestión aeroportuaria
Otro de los mitos que desmiente Quintero son las facilidades que, según se apunta en Balears, ofrece la compañía aérea Binter que opera en Canarias. Según el senador, se trata de una empresa privada –al igual que Air Nosturm–, pero que en este caso opera en todas las islas, Marrakech y Madeira, y que como cualquier sociedad mercantil busca la rentabilidad. No obstante, considera que no sería descabellado la idea de la participación pública en este tipo de compañías que cubren un servicio fundamental.
En este sentido, recalca que tanto el gobierno de Canarias como el de Balears "peleamos conjuntamente" sin éxito para lograr las competencias en la gestión aeroportuaria. "Son las dos comunidades que más utilizamos los aeropuertos. Creemos fundamental que los dos gobiernos controlen los sistemas aeroportuarios y si cabe parte de alguna compañía porque así controlaríamos mejor el servicio público; sin pérdidas, pero sin ganancias de una empresa privada".
El senador comenta en relación a esta cuestión que tanto él como el senador por Menorca, Arturo Bagur, y su homólogo por Balears del PSM, Pere Sampol, han trabajado conjuntamente en este sentido. Las 22.000 firmas en demanda de mejoras logradas por la plataforma El Transport Aeri Ofega Menorca son un acicate y una exigencia que los dirigentes políticos ya asumen como suyas.