El delegado del Gobierno en Balears, José María Rodríguez, visitó ayer los nuevos juzgados de Maó con el objetivo de comprobar en primera persona el resultado de las obras.
Acompañado por la alcaldesa de Maó, Águeda Reynés; el presidente del Consell insular, Santiago Tadeo; el juez Bartolomé Mesquida, la senadora Juana Francis Pons, el diputado en el Congreso Juan Carlos Grau, y el conseller de Administraciones Públicas, Simón Gornés; Rodríguez atendió a las explicaciones de la jefa de obra, Ana Casado, que fue conduciendo al grupo a través de las diferentes dependencias.
El edificio, que empezó a construirse en mayo de 2009, está pendiente de la llegada de mobiliario y material ofimático pero se espera que pueda abrir sus puertas en unos dos meses. "Vemos que es una construcción funcional, con un buen resultado. Esperamos que antes de verano, sobre mayo, pueda empezar a funcionar. Aunque el presupuesto ha sido de unos cinco millones de euros todavía queda adaptarlo a la red informática de Justicia", afirmó Rodríguez.
En la planta sótano se situarán el decanato, los archivos, la sala de reconocimiento, seguridad, informática, y unos aseos; mientras que en la planta baja se encontrarán cuatro salas de visita, la forensía, los abogados, el procurador, y también varios cuartos de baño.
Por último, en la primera planta estará el juzgado de primera instancia e instrucción número tres, el juzgado de lo penas número 1, la fiscalía, y la oficina de atención a las víctimas.
"Se ha buscado la funcionalidad y la luminosidad. Queríamos captar esa luz, con un efecto linterna. También se ha incluido una escultura del propio arquitecto, Juan Navarro", comentó la jefa de obra, Ana Casado.