La pregonera de la Semana Santa de Maó, Victoria Florit, reivindicó ayer la religiosidad de la procesión del Santo Entierro, más allá del carácter estético de las imágenes, y abogó por el respeto que merecen estas manifestaciones.
Florit reflexionó en voz alta sobre el significado de cada una de las siete imágenes de la procesión, que trasladó a la sociedad actual. El pregón, que se celebró ayer noche en la iglesia parroquial de Sant Francesc, de Maó, concluyó con una audición de canto y órgano a cargo de la soprano Maria Camps y Tomé Olives.
Victoria Florit destacó su pertenencia a una familia que durante su juventud le inculcó los valores cristianos, así como la labor de Acción Católica de Ferreries que le influyó decididamente durante su adolescencia. Asimismo, Florit realizó una breve pincelada de los principales recuerdos de la celebración de la Semana Santa de hace unos 50 años.
A continuación, la pregonera ofreció una reconstrucción fabulada de la procesión del Viernes Santo en Maó, a partir de las vivencias de unos personajes imaginarios, aunque dichos prototipos son perfectamente identificables en la actualidad. Así, se refirió a Jesús Nazareno, el Cristo de la Sangre, la Piedad, la Verónica, las negaciones de Pedro, los centuriones de San Cornelio, el Santo Sepulcro y la Soledad, además de la Pascua de Resurrección y el Deixem lo dol.
Florit invitó a los presentes al acto a que se sumaran a la celebración de la Semana Santa como un acto de fe, con el fin de que no se reduzca a una simple manifestación externa. Además, les animó a seguir el ejemplo de Jesús no solo durante las fiestas religiosas, sino a lo largo de toda la vida.