El muelle de la Trona, gestionado por el Club Nàutic para los amarres en tránsito, ha colgado el cartel de completo hasta el próximo lunes. Así lo confirmó el gerente de la entidad, Matías Campins, quien señaló que ofrecen 45 puntos de atraque, ocho más que el año anterior.
La misma fuente apuntó que el 80 por ciento de las embarcaciones de recreo que han contratado plaza con el club provienen de Mallorca, mientras que el resto se reparten entre barcos que zarparon del extranjero y la Península, principalmente desde Catalunya.
La entrada en funcionamiento el año pasado del dique exterior ha permitido optimizar un mayor número de amarres en el interior del puerto, lo que a su vez ha reducido la cantidad de embarcaciones que fondean en la bahía y en Cala Degollador. Por otra parte, Ports también ha recolocado turismo náutico en los amarres del puerto interior que todavía no han sido adjudicado.
Entre los veleros que amarraban ayer en el muelle de la Trona se encontraba el "Inae", tripulado por cuatro amigos mallorquines que desde hace siete años no faltan a la cita de las fiestas de Ciutadella.
Otros años, confiesan, encontrar plaza en el puerto interior resultaba misión imposible, y echaban el ancla en otras partes del litoral. Este año tiene la fiesta mucho más cerca.
Aventura
Explican que además de la celebración de Sant Joan, de la que valoran especialmente las actividades durante el día "y no solo la noche", la aventura de la travesía desde Palma es uno de los grandes alicientes de viaje en el que se embarcan cada año.
Muy cerca amarra el "Isavena", embarcación de alquiler que zarpó hace unos días desde el puerto de Palamós con dos parejas de matrimonios de Andorra. En su caso, llegar a la Isla en Sant Joan, tras una travesía de 20 horas, ha sido "una coincidencia". Las fiestas no están entre sus preferencias de esta visita, aunque sí hacer excursiones diarias para fondear en las playas del sur.