Ninguna de las tres farmacias que ayer estaban de guardia en la Isla y que comenzaron a aplicar el copago en los medicamentos registró incidencias de consideración, aunque la prueba de fuego tendrá lugar hoy lunes, con el aumento de clientes y la incorporación de toda la red de farmacias al nuevo modelo.
Tres establecimientos, uno en el puerto de Maó, otro en Alaior y el tercero en la Plaça Nova de Ciutadella fueron los primeros en dispensar medicinas, mediante tarjeta sanitaria o bien recetas en papel, que los consumidores deberán pagar en función de su renta. El único problema fue el retraso en la puesta en funcionamiento por parte del IB-Salut del programa informático que permite cargar en la tarjeta sanitaria los medicamentos recetados y, con la aplicación del copago, fijar el porcentaje que le corresponde pagar a cada cliente.
El sistema se puso en marcha con seis horas de retraso, ya que debería haber funcionado a partir de las doce del mediodía y lo hizo alrededor de las seis de la tarde.
Por lo demás, según los farmacéuticos consultados, el copago fue aceptado con algunas quejas pero mayoritariamente resignación, por parte de las personas que ayer acudieron a comprar medicinas. Algunas ya habían "hecho acopio" de los fármacos que más necesitan en su botiquín particular unos días antes, en previsión de que la factura de la farmacia fuera elevada, señaló ayer uno de los farmacéuticos de guardia.
Un leve descontento antes de pagar y el uso de la calculadora, hasta que el sistema funcionó plenamente, fueron las dos características de un día de guardia en las farmacias, ya que la entrada en vigor del copago coincidió con la jornada dominical.
En una de las farmacias apuntaron que el coste medio abonado con el copago por los clientes rondó los dos euros, aunque con excepciones, aquellos casos de usuarios polimedicados, gente mayor, y cuyos familiares se acercaron a hacer la compra de las medicinas; un cliente concreto tuvo que pagar 25 euros más que antes de aplicarse la medida del Gobierno.
Sistema mixto
En Balears, los responsables de Salud han optado por un sistema mixto para el copago de los pensionistas. Quienes tengan acceso a la receta electrónica, recibirán el reembolso en la misma cuenta corriente en la que reciban su pensión. Sin embargo, los que estén obligados a recibir la prescripción médica de forma manual, tendrán que solicitar personalmente la devolución ante el Servicio de Salud, presentando el ticket o factura, como bien recordaron ayer los farmacéuticos.
Por su parte, el presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Balears, Antoni Real, confirmó ayer que no se produjo ninguna incidencia de relieve en las farmacias de las Islas, salvo "la lentitud del sistema informático" en algunos establecimientos.