Autoficha
Mi nombre es Rafael Barceló Benejam y soy carnicero. Nací en Ciutadella el 17 de junio de 1961, casi toda mi vida la he dedicado a esta profesión, desde los 15 años. Regento un negocio en la calle Degollador. Estoy casado y tengo dos hijos. Se puede decir que mis únicas aficiones en la vida son la canaricultura y los bailes de salón.
Son casi 35 años trabajando en el sector de la carnicería. ¿Cómo ha evolucionado el negocio desde sus comienzos?
La verdad es que se puede decir que siempre ha ido bastante bien, pero en estos momentos con esto de la crisis estamos un poco estancados. Ahora solamente nos queda esperar y ver qué pasa en los próximos tiempos…
¿Se nota mucho la crisis en la facturación?
Se nota, se nota mucho en estos tiempos que corren.
¿Qué es lo que más se vende?
Pues básicamente productos como el pollo y el cerdo, que son carnes más asequibles para las economías domésticas. La realidad es que ahora el solomillo y el entrecot se vende bastante menos. Pero la gente sigue comiendo carne. El embutido es otro producto que se suele vender bien.
¿Y qué me puede decir de la calidad de la carne de Menorca?
Trabajo con un socio que cría terneros y cerdos, y podemos decir que hay bastante diferencia en relación a la calidad de la carne que viene de fuera. Ahora puede tener alrededor de unos 30 terneros y otros tantos cerdos.
¿Está el producto bien promocionado en Menorca?
A mi entender, hay mucha gente que prefiere la carne de aquí, pero también hay que decir que son muchos los que la compran en las grandes superficies comerciales, negocios la mayoría de los cuales sacrifican los animales fuera.
¿Qué receta típica con carne de Menorca podría recomendar a un visitante?
Por ejemplo, chuletas al horno con patatas.
¿Y cómo nació su afición por la canaricultura?
Pues creo recordar que cuando tenía doce años me regalaron la primera pareja de canarios, y desde entonces la cosa ha ido creciendo. Este año he tenido unas 26 parejas y he criado unos 145.
¿Supongo que es un hobby que llevará bastante tiempo?
Sí que lo lleva (ríe). Mi mujer me lo dice, pero bueno, es casi la única afición que tengo. En Menorca somos unos cuantos los que formamos una asociación en ese campo, pero muchos menos que hace unos años.