Siete horas antes del pleno, el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Ciutadella compareció ante la prensa para valorar las consecuencias del plan de ajuste que sería aprobado posteriormente. En su intervención, el alcalde dejó claro que "es el plan de ajuste de la oposición, puesto que nosotros manteníamos nuestra apuesta por el incremento del IBI, pero por responsabilidad hemos aceptado todas las medidas que se puedan llevar a la práctica". No obstante, José María de Sintas ya advirtió que estas medidas tendrían consecuencias, y puso sobre la mesa algunas.
Por ejemplo, predijo que en pocos meses se agotaría la partida para comprar material en la Concejalía de Servicios Generales. Esto se traduce en cosas básicas como cemento, baldosas para arreglar aceras, material para rellenar baches en las calles... Una afirmación que corroboró el concejal del área, Pedro Gener, quien apuntó que "será imposible que antes de Sant Joan no hayamos agotado este dinero, y a partir de ese momento ya veremos qué hacemos". Además, los problemas se agravarán por el aumento del IPC y del IVA, lo que, según el portavoz del equipo de gobierno y concejal de Urbanismo, Ramon Sampol, reduce aún más el poder adquisitivo de una área que en poco tiempo ha visto reducido su presupuesto en un 40 por ciento.
Otro efecto se notará en la limpieza viaria. El equipo de gobierno recuerda que el recorte en este capítulo es de 400.000 euros, es decir, una tercera parte del presupuesto actual. Esto se traducirá "en menos limpieza, menos frecuencia y menos limpiadores", apuntó Ramon Sampol. "Tendremos problemas para ofrecer un servicio coherente", apuntilló el alcalde.
Otra área en la que se notarán notablemente los recortes será en Urbanismo. La decisión de suprimir todos los cargos de confianza, juntamente con una jubilación que no será cubierta, dejará al área con la mitad de técnicos que hasta ahora. En este sentido, Ramon Sampol quiso aclarar que "en este caso, un cargo de confianza no es alguien que se dedica a llevar la maleta al alcalde. Es una forma de contratación de cargos totalmente necesarios".
En base a estos tres ejemplos, la teniente de alcalde de Hacienda, Francisca Marquès, sentenció que "gobernaremos en la miseria más absoluta", y destacó la "difícil tesitura" en la que queda el equipo de gobierno para superar el día a día y también para cuadrar su organización interna. En este sentido, también el alcalde aseguró que "lo positivo de este plan es que no aumenta la presión fiscal a los ciudadanos, pero el recorte de servicios va a ser muy notable". Así, de Sintas pronosticó que aumentarán y mucho las quejas ciudadanas por los cambios que se notarán en las calles de la ciudad. "Ésto también debería valorarse, porque quien recibe estas quejas es quien gobierna", destacó.
Sobre la oposición, de Sintas reiteró que "ellos también podrían haber hecho cosas cuando gobernaban, como recortar las subvenciones, eliminar el complemento salarial de la Policía Local que tanto han criticado algunos o los pluses de productividad. Yo he asumido en infinidad de gestiones la pésima gestión que hizo mi partido, y he pedido disculpas, pero me gustaría también que el resto de partidos también asumieran que hubieran podido hacer bastante más de lo que hicieron, tanto en esta administración como en otras".
En relación a una de las medidas concretas del plan de ajuste, la venta del Palau Saura Morell, el equipo de gobierno exteriorizó sus dudas sobre el valor en que ha sido tasado por la oposición, 4,8 millones de euros. En este sentido, el alcalde recuerda que esta tasación corresponde a varios años atrás, y añade que en este tiempo, los valores de los inmuebles han descendido de manera notable. Además, duda que Madrid acepte una operación de venta de patrimonio, que no es segura, como parte de un plan de ajuste concreto y fiable.