El GOB considera que la adjudicación para el dragado de una parte del puerto de Maó, que tiene previsto iniciarse este mismo mes, "es repetir un error histórico de contaminación". Así lo ha hecho público mediante un comunicado una vez conocido que Sacyr será la empresa adjudicataria de las obras, según informó ayer Autoridad Portuaria de Balears.
En la nota, la entidad ecologista recuerda que "ya fue un error histórico difícil de olvidar los vertidos industriales que se llevaron a cabo en las décadas de los años 60 y 70", de ahí que califique de "grave irresponsabilidad el hecho de que se utilicen los actuales recursos para volver a verter lodos contaminados al mar, en vez de aprovechar y proceder a la descontaminación".
Nuevos estudios
Las obras de dragado se explicaron hace unos meses en Maó. Con todo, desde entonces, la entidad ecologista interenacional Oceana, desveló nuevos estudios que indican que existe una alta la contaminación en los vertidos. Según explica el GOB, "diferentes estudios realizados para medir el nivel de contamiención advierten de importantes concentraciones de mercurio, plomo y demás metales pesados". Afirma que en el estudio encargado por Autoridad Portuaria "dejó sin analizar la mitad de la zona que se pretende dragar. Entre las áreas que no se incuyeron está la que en 2009 figuraba como la más contaminada".
Los vertidos en s'Algar
Otro punto en el que el GOB insiste es en el lugar de los vertidos de los fangos portuarios, a una milla de S'Algar, en Sant Lluís. Los ecologistas contradicen a APB, quien considera esta zona marina como degradada. Según el GOB, "la filmación realizada por Oceana demostró que es un ecosistema en buen estado y que albergan especies protegidas". Pero lo preocupante, según la entidad proteccionista, es que la cercanía a la costa de los vertidos "hará inevitable que las partes más finas, que son las que contienen la mayor contaminación, lleguen con facilidad hasta las zonas de baño. Además, los contaminantes afectaran también al pescado y marsico".
Los altos porcentajes de contaminación que predice el GOB vienen reflejados en un informe del Instituto Oceanográfico Español (IOE) de 2003. "Este estudio se escondió durante siete años y se rescató por la vía judicial". Según apunta, el mismo IOE advirtió, con relación al dragado de Maó, que "los metales pesados no se degradan y se concentran a medida que asciende la cadena trófica, por lo que puedan magnificarse hasta 10 veces más".
El comunicado conluye que todas las advertencias realizadas hasta la fecha "han sido sistemáticamente ignoradas por parte de Autoridad Portuaria".
Botella: "La actuación cumple con todo"
Salvador Botella, alcalde en funciones del Ayuntamiento de Maó, afirmó ayer a este diario sentirse contento de la adjudicación "porque con ello se demuestra que Autoridad Portuaria de Balears cumple con los plazos dados, de ahí que nuestra valoración sea positiva respecto a este tema".
Añadió el teniente de alcalde de Maó que "se trata de una obra de necesidad perentoria, por lo que esperamos que el dragado se inicie dentro de 15 días y finalicen en dos meses, máximo tres". Botella no duda que la empresa Sacyr, adjudicataria con dos millones de euros para dicho dragado, "cumplirá sin problemas con su trabajo".
El concejal mahonés dice compartir con el GOB y Oceana el interés por las condiciones medioambientales, "pero es que APB nos asegura que la actuación cumple con todas las prescripciones y condiciones medioambientales".
Botella recordó que hubo una presentación en su día en la que asistieron miembros de la oposición y se presentaron las dudas correspondientes. Se subsanaron los problemas detectados y la obra cumple ahora con todo los preceptos y requisitos legales", concluyó.