El Govern balear ha anunciado que los libros de texto de los alumnos de la comunidad estarán redactados en la modalidad lingüística específica de cada isla. Lo hace atendiendo a una petición del Círculo Balear y apelando a la defensa de las variedades lingüísticas propias del Archipiélago. Algunos sectores aseguran que de no ser así, está en peligro el catalán propio de Balears, arrinconado por el catalán estándar. Otros, en cambio, ven en esta medida un intento de dividir la lengua para hacerla más débil, una iniciativa estéril cuyo objetivo no es otro que desviar la atención. De nuevo, el debate lingüístico está servido.
Dicen los defensores de esta medida que al Govern le corresponde cumplir lo que marca el Estatuto de Autonomía, promover las modalidades lingüísticas de cada Isla. Entienden que el Ejecutivo autonómico debe defender antes un 'bòtil' que no una 'ampolla', o un 'xoc' antes que un 'guix'. Sin embargo, los profesores de catalán consultados por este periódico aseguran que esta labor ya se realiza actualmente en las aulas, y que para ello no hace falta modificar ningún libro de texto.
"En las clases no usamos el artículo literario para explicarnos a los alumnos, como algunos quieren hacer ver, pero sí lo exigimos a la hora de hacer un examen escrito, porque así lo marca la gramática", apunta una profesora. Además, añade que "utilizamos siempre las palabras propias, incluso cuando los chicos no la conocen y sí en cambio la propia del estándar".
Sin embargo, el delegado de la Conselleria de Educación en Menorca, Julián Hernández, apunta que "no creo que esta medida vaya a ser perjudicial para nadie". El responsable político opina que "nos estamos dejando influir demasiado por el catalán estándar, y perdemos nuestros vocablos y expresiones propias".
El proceso de pérdida de palabras tradicionales es innegable, según reconocen varios profesores de catalán. Ahora bien, añaden que el motivo de este cambio no se debe buscar en las aulas y en los actuales libros de texto. "Es algo que pasa siempre, generación tras generación", apuntan desde el sector educativo. Además, una de las profesoras ejemplifica que "los alumnos no sustituyen el 'idò' por un 'doncs', sino por un pues". Es decir, el supuesto peligro para la modalidad menorquina, concluye, no está en el estándar.
Sin embargo, Julián Hernández defiende la edición de libros de texto en las diferentes modalidades lingüísticas baleares del catalán asegurando que "ayudará a los profesores que dan clase en nuestras aulas y que no son menorquines a poder utilizar las palabras propias de nuestra tierra, a utilizar un lenguaje más próximo al de la calle".
Desde el otro bando político, la diputada socialista Cristina Rita entiende que "este tema es una cortina de humo puesta adrede por el Partido Popular para esconder los verdaderos problemas de la educación en Balears, como son el fracaso escolar, el recorte en becas o el impago de las aportaciones económicas a los centros". En relación al Estatuto y a las modalidades lingüísticas, Rita matiza que "una cosa es estudiar las modalidades lingüísticas propias, y la otra es estudiar con las modalidades".
La socialista califica de "ridícula" la decisión del Ejecutivo del PP, asegurando que "debe ser el único caso similar en España. Yo no conozco ningún libro de texto editado en la modalidad lingüística del castellano que se habla en Jaén o en León". De hecho, la diputada planteará el próximo martes una pregunta al conseller de Educación, interpelándole por si la modalidad lingüística que se aplicará en Menorca será la de Maó o la de Ciutadella.
Desde el sector educativo, los filólogos defienden que "la lengua catalana es una, y acciones como ésta no ayudan a fortalecer esta consciencia necesaria. ¿O alguien se cuestiona que el andaluz sea una modalidad del castellano?. Con actos como éstos, se pueden cargar el gran trabajo que se ha realizado durante muchos años y que ha conseguido que aquí no tengamos ningún problema con la lengua". En esta línea, los docente defienden que "este problema se ha creado desde arriba, no es una realidad que existiera".
Julián Hernández defiende que "todos los libros de texto actualmente están en catalán estándar, y se editan sobre todo para Catalunya y no incluyen los hechos diferenciales de nuestra manera de hablar. Una iniciativa como la del Govern no va a hacer ningún daño". Ahora bien, el propio delegado admite que "aún con estos libros modificados, vamos a perder vocablos de tota la vida".