Las exportaciones españolas se encuentran en un máximo histórico, un 15 por ciento superiores a la etapa pre-crisis, y ese es el camino a seguir mientras la demanda nacional siga estancada. La receta vale tanto para la industria manufacturera, que pese al ajuste de los últimos años aún mantiene más peso en Menorca que en el resto de las Islas, como para el principal sector económico, el turismo, que deberá concentrarse en los mercados extranjeros, los tradicionales y los de países emergentes como Rusia o China.
El mensaje lo transmitió ayer a los empresarios menorquines el economista jefe para España de BBVA Research, Miguel Cardoso, en un acto celebrado en la sede de la patronal CAEB. Por primera vez la entidad financiera presentó su informe sobre la situación económica de Balears en Menorca.
La previsión del BBVA es de una caída del PIB balear del 0,4 por ciento al cierre de 2013, un comportamiento mucho mejor que el del conjunto estatal, ya que la contracción del PIB español se espera que llegue al 1,4 por ciento. Para 2014 se espera que comience la recuperación y el crecimiento se estima en un 1,4 por ciento en la Comunidad balear.
Debilidades
Pese a no ofrecer el dato concreto sobre la evolución del PIB menorquín, Cardoso sí incidió en algunas de las características de la economía insular, que han motivado una crisis más profunda que en el resto del archipiélago. "La consolidación fiscal tiene un impacto más negativo donde hay más necesidad de reducir el gasto", explicó el economista, quien destacó que Menorca "tiene una mayor participación del empleo público que Mallorca" por lo que los recortes dirigidos a rebajar deuda y déficit "han tenido un mayor impacto que en las otras islas" porque se han traducido en supresión de empleos.
Otra debilidad de la economía insular es la mayor dependencia del sector turístico del mercado nacional. Precisamente, indicó Cardoso, son las zonas que reciben turismo español las que sufren con más dureza la crisis, mientras que Balears experimentó una contracción de la economía menor que el resto del país gracias al turismo exterior.
Al contrario que Eivissa y Mallorca, en Menorca "el peso del turismo extranjero comparativamente no es tan elevado, y la necesidad en este momento es de que aumente ese peso". Además, el principal cliente para la Isla, el británico, "pese a que hay una diferencia importante entre las políticas del Banco de Inglaterra y del Banco Central Europeo", no ha visto que la libra esterlina se aprecie; por contra, la moneda británica "se mantiene débil frente al euro".
El reto para el sector, aseguró el economista del BBVA en declaraciones al "Menorca", es "ganar competitividad en países que no tienen depreciación en el tipo de cambio o diversificar hacia otros países", hacia economías que "están creciendo fuerte" como Rusia, China, Oriente Medio o algunos países sudamericanos.
Afiliación
Menorca, pese a que en la comparativa con el resto de Balears a menudo sale perdiendo, acompaña a las otras islas en tomar una ligera distancia del conjunto de la economía española. Así, entre los puntos positivos, está un aumento del 7 por ciento de las afiliaciones en el sector turístico durante el último trimestre de este año, explicó Cardoso.
"Los últimos indicadores son mejores de lo que se esperaba", señaló el experto del BBVA. Así, la afiliación a la Seguridad Social creció un 2 por ciento en el primer trimestre de 2013, cuando venía de cifras negativas en 2012.
El peso que mantiene la industria es otro factor beneficioso para la economía insular, según el informe, que revela asimismo el fuerte descenso de la construcción y la relevancia del sector público. La industria que sobrevive es, además, "más sólida", afirmó Cardoso, quien aconseja "tratar de encontrar demanda en el exterior, si se depende menos de la demanda nacional, se estará mejor preparado para el futuro".