La pasada semana este periódico publicó que el Consell se había personado en un proceso judicial con el objetivo de que la promotora Cesgarden no impugnara los presupuestos de la administración para este año. La empresa ha optado por esta vía al comprobar que en las cuentas del Consell no figura previsión económica alguna para hacer frente a la indemnización millonaria a la que tiene derecho Cesgarden tras una sentencia judicial pendiente de ejecución. El Consell ya avisó el año pasado que no podía hacer frente a los 16 millones de euros más intereses de indemnización, y apostó por una salida urbanística.
De hecho, en febrero, el conseller de Ordenación del Territorio, Cristóbal Huguet, apuntó en un pleno que la Norma Territorial Transitoria (NTT) podía ser decisiva para reducir la cantidad a pagar. Ayer, Huguet declinó hacer declaraciones sobre este tema apelando a la prudencia en un tema sumamente importante. Sin embargo, la pasada semana el presidente del Consell, Santiago Tadeo, admitió que paralelamente a la vía judicial, se está a la expectativa de poder hallar una salida urbanística que contente a Cesgarden.
Este periódico pudo hablar ayer con fuentes de la empresa promotora. De entrada, aseguran que están a la espera de que el magistrado encargado del caso decida si se debe ejecutar o no la sentencia. Ahora mismo, ejecutar la sentencia significaría que el Consell debería pagar toda la indemnización, aunque fuera en varios plazos, como ha propuesto incluso la promotora durante el proceso judicial. La administración insular, sin embargo, insiste en que no puede pagar, y así lo ha hecho saber al juzgado.
Sobre la posibilidad de alcanzar algún acuerdo urbanístico que permita que el pago en dinero se convierta en otro tipo de abono, desde la empresa no se pronuncian de manera directa, pero sí formulan una reflexión que da muchas pistas de cuál es su postura. "Desde el año 2008 hasta aquí, Menorca ha vivido una lluvia de rescisiones de contratos, de empresas que tenían suelo y que han buscado la manera de desprenderse de él", apuntan.
Desde la promotora aseguran que "el mercado ahora mismo no quiere suelo, y las empresas no quieren que se les pague con terrenos. Pretender saldar deudas mediante esta fórmula es querer pagar a precio de saldo", sentencian.