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ASHOME quiere incluir núcleos con hoteles de más de 25 años

La consellera califica de "órdago" el planteamiento defendido por los hoteleros de designar con esta figura la gran mayoría de las urbanizaciones de Menorca

Reconversión. Los hoteleros afirman que el nuevo decreto facilitará la ejecución de nuevas inversiones - Archivo

| Maó |

La Asociación Hotelera de Menorca (ASHOME) trata de impulsar un quórum a nivel insular que sume las voces de ayuntamientos y Consell con el fin de declarar como maduras un buen número de zonas turísticas de la Isla, acogiéndose así al nuevo decreto ley de medidas urgentes aprobado por el Govern balear, y publicado el pasado día 8 en el BOIB, con el que se persigue "impulsar urgentemente la actividad económica, la desestacionalización de la oferta turística, el fomento de la calidad y la mejora general del ámbito de las zonas turísticas declaradas maduras".

Según ha podido saber este diario, la intención de los hoteleros menorquines pasa por designar con esta nueva figura de ordenación turística todas aquellas urbanizaciones con establecimientos hoteleros y complejos de apartamentos cuya antigüedad supere los 25 años, una condición que cumplirían muchos de los núcleos turísticos de Menorca. De momento, la única zona declarada madura en Balears es la Playa de Palma que, de hecho, viene regulada por el mismo decreto.

Preguntada sobre esta cuestión, la consellera de Turismo Salomé Cabrera asumió que es una tarea que compete a la institución insular "determinar qué zonas son susceptibles de ser declaradas maduras" y calificó de "órdago" el planteamiento defendido por los hoteleros de designar con esta figura la gran mayoría de las zonas turísticas de Menorca.

"Hay que estudiarlo con el sector y con los ayuntamientos –a quienes el decreto reconoce la potestad de emitir un informe preceptivo y vinculante previo a la declaración- y decidir qué zonas necesita Menorca que sean declaradas maduras para recuperar la competitividad", señaló.

A la espera de conocer el alcance de la decisión que puedan adoptar administración y empresarios, unos y otros coinciden en señalar que esta medida ayudaría a mejorar la imagen y la calidad de los núcleos "históricos, en ningún caso degradados", tal y como se aprestan a puntualizar. Aunque es pronto para avanzar un calendario, ambas partes consideran urgente el despliegue de este decreto antes de que finalice el año.

"Es un instrumento muy importante porque rompe con la rigidez y facilita la modernización y la adaptación de los establecimientos a la realidad actual", comentó ayer el gerente de ASHOME, Juan Juanico, "y por este motivo es sumamente importante que los hoteleros puedan saber cuanto antes si pueden o no pueden acogerse a lo que en él se establece".

Entre otras cuestiones, el decreto recoge ciertas "medidas que posibilitan la inversión y la modernización de establecimientos en este ámbito y, por tanto, la revitalización turística". La más relevante es la que estipula que con la declaración de zona madura se entienden declarados de interés autonómico "todos los planes, proyectos o actuaciones que tiendan a la mejora, recalificación, revalorización, rehabilitación o reconversión" de la misma. Es decir, garantiza un carácter preferente y rápido en la tramitación del proyecto ante la Administración.

Otro de los aspectos relevantes de esta norma es el concerniente a la edificabilidad. Y es que, según reza su redactado, los establecimientos turísticos incluidos en las zonas maduras pueden aumentar la superficie edificada y su ocupación hasta un máximo de un 25 por ciento, en función de su categoría. En Mallorca esta medida ha generado cierta controversia ya que se permitiría crecer en dos plantas a los hoteles ubicados en la Playa de Palma.

"Hay que entender la edificabilidad en términos generales, no siempre quiere decir crecer hacia arriba", puntualizó al respecto el gerente de ASHOME quien, a su vez, enumeró algunas de las actuaciones que se podrían acometer gracias a esta nueva regulación como sería el caso de un spa, instalaciones acuáticas, zonas deportivas o salas de actividades. Todo ello, claro está, con la declaración de interés autonómico que exoneraría del cumplimiento de determinados trámites.

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