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"Fornells debería ampliar el puerto antes de crear otro"

El profesor Joan Alemany cree que habrá que aumentar los amarres

Tertulia. El especialista en Planificación Urbana y Economía Portuaria, Joan Alemany, ayer en Fornells - Javier

| Maó |

El consultor especialista en Planificación Urbana y Economía Portuaria, Joan Alemany, se mostró ayer partidario de ampliar y mejorar el puerto de Fornells antes de proyectar y aventurar un nuevo puerto deportivo. Aseguró, además, que antes o temprano, el núcleo costero deberá plantearse la necesidad de incrementar sus amarres. Este doctor en Ciencias Económicas y profesor asociado de la Universidad de Barcelona ofreció una interesante charla en el Castell de Sant Antoni de Fornells dentro el programa de tertulias "a la fresca" organizadas por el Ayuntamiento de Es Mercadal.

Alemany explicó que el puerto de Fornells ha creado a su alrededor toda una estructura y trama urbana. Se trata de un esquema similar al que se repite en prácticamente todas las zonas portuarias del mundo, con vías de penetración al interior de la ciudad y calles longitudinales a la costa preparadas para distribuir el tráfico. Afirma que en opinión de gran parte de los organismos internacionales que estudian cuestiones similares, proyectar un puerto nuevo implica siempre romper esta estructura urbana, por eso aboga en el caso de Fornells por "ampliar" el actual y prolongar el dique. "Habría que estudiar detenidamente cuál es la mejor opción y tener en cuenta la relación entre el coste, la demanda y los servicios que ofrecería", comentó. El consultor especialista en Planificación Urbana puso como ejemplo a no seguir el con el nuevo dique construido en Ciutadella. "El puerto ha quedado totalmente aislado, fuera de la ciudad y el viejo sigue generando riqueza", apuntó.

Alemany habló de la importancia de los puertos en general y en especial para una Isla como Menorca. Hizo un pequeño repaso sobre la situación de sus dársenas. Explicó que el litoral menorquín cuenta hoy día con cerca de 3.000 amarres, de los cuales 1.500 se encuentran en el puerto de Maó y el resto se reparten por toda la isla. Incidió en este sentido en que tarde o temprano, Fornells deberá plantearse en serio la posibilidad de incrementar el número de amarres, porque la demanda no deja de crecer a pesar de la crisis. "Habría que plantearse hacer un buen proyecto porque no sólo se generaría economía y turismo, sino que Fornells ganaría en urbanismo al mejorar su fachada marítima", comentó. Alemany explicó que una ampliación del puerto exige el consenso de tres agentes claves; la Administración, los inversores y los usuarios de los amarres. La Administración tiene como objetivos la mejora del urbanismo y de la población, pero podría ceder porque no todo son zonas verdes, jardines y servicios municipales. El inversor pretende sacar el máximo rendimiento a su dinero, pero debería conformarse con obtener menos beneficios, mientras que los usuarios de los amarres, que quieren el máximo de servicios al mínimo de precio, deberían estar dispuestos a pagar más por lo que reciben. "Estos tres agentes se mueven en un marco de conflictividad, pero no son incompatibles. Un buen proyecto puede aunar los intereses de cada uno de ellos", concluyó.

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