Las instalaciones del Museu de Menorca han recibido en lo que va de año 9.514 visitas, repartidas entre la exposición permanente, la temporal y el claustro del antiguo convento. La cifra muestra una evolución positiva del museo como polo de atracción para los amantes de la cultura y la historia, la mayoría de ellos turistas, ya que la estadística de visitantes muestra, con claridad y de una manera constante, las puntas de los meses de la temporada alta, julio, agosto y también septiembre.
Aún por conocer cómo se cierra el mes de agosto, las visitas registradas entre enero y julio son superiores a las del mismo periodo de 2012, año en el que se sumaron 7.136 usuarios en los siete primeros meses. No obstante, septiembre es un mes en el que tradicionalmente se mantiene una buena afluencia al museo, 3.219 personas el año pasado, lo que elevó el cómputo anual a los 14.075 visitantes.
En 2013 la curva es ascendente desde el inicio del año, con 385 visitantes en enero, más del doble en febrero (692) y superando el millar en los meses siguientes hasta llegar a los 2.627 usuarios el pasado julio. Este es el tercer verano en el que, a modo de compensación por la falta de aire acondicionado en el interior del museo, la entrada es gratuita durante los meses de julio, agosto y septiembre.
Numerosos turistas disfrutaban ayer de las colecciones expuestas y de la tranquilidad y de la arquitectura del Claustro, ajenos a la controversia sobre las inversiones en el centro museístico. Algunos prestaban atención al audiovisual que se proyecta sobre la historia del museo mientras otros admiraban los objetos prehistóricos y leían los folletos que se les habían entregado en la entrada, en diferentes idiomas. Todo un lujo por cero euros que no está disponible en muchas ciudades españolas y europeas.
Por nacionalidades, se mantiene la tendencia de 2012, con un porcentaje mayor de visitantes españoles, seguidos de los británicos. Este verano se nota además una mayor presencia de franceses e italianos y de visitantes del Este. Así, el interés por el Museu de Menorca es creciente, y el público, muy diverso. Aunque las visitas y las exposiciones, recordó ayer su director, Luis Plantalamor, "son el final de un proceso, el museo es toda una organización para recoger restos, conservar e investigar, para que los ciudadanos puedan disfrutar de nuestra historia y cultura".